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Ecuador despide a la élite de las Fuerzas Armadas

 

Los 22 militares que fallecieron el martes en Pastaza pertenecían al Grupo de Fuerzas Especiales. Según sus compañeros, era un grupo técnico y reconocido al interior de las Fuerzas Armadas “por su dedicación y arduo trabajo”. El coronel Germán Gálvez señaló que los soldados que murieron  eran “hombres fundamentales del Ejército ecuatoriano”, pues indicó que el Grupo de Fuerzas Especiales es “la brigada de élite de la institución”. Por ello siempre recordará el “profesionalismo de su carrera militar”. En Pastaza realizaban tareas de entrenamiento como parte de un curso de formación para comandar misiones denominado ‘Maestro de saltos en paracaídas’ que se efectúa de forma periódica sobre la base de un cronograma anual. En promedio se cumplen 3 por año. Para acceder a la capacitación, los aspirantes tienen que aprobar un curso previo. En la actualidad un promedio de 150 candidatos se inscriben por cada convocatoria. Ingresan los de mejor perfil, sobre todo si pasaron pruebas físicas (natación, trote, barras, abdominales). El curso consiste en aprender técnicas de paracaidismo, cómo está conformado el paracaídas que se encuentra en una mochila, cuyo peso es de 45 libras.Los alumnos conocen cómo se arma la cúpula (paracaídas) con sus cuerdas, aprenden a conducirlas, a salir de la nave y otras características técnicas, como la velocidad, el peso y otras. El curso dura un mes. La preparación contempla fuertes pruebas físicas: 2 horas diarias desde las 05:00 hasta las 07:00. Luego se cumple un entrenamiento técnico. Ahí repasan cómo reaccionar en caso de falla del dispositivo.

Los soldados también tienen que pasar por pruebas psicológicas, una de estas de decisión, que se practica desde una torre de aproximadamente 12 metros. Además, deben aprobar varias asignaturas, como Historia Militar y del Paracaidismo. “Era un entrenamiento permanente que ejecutan los soldados de Fuerzas Especiales”, detalló Gálvez. El mayor José Ávila expresó que, a pesar de que el país vive en paz, “los soldados no dejan de entrar ni un solo día”. Ávila dijo que si se juzga por  el tiempo de entrenamiento y de servicio, “la pérdida es enorme”. Detalló que el más antiguo que falleció es un teniente coronel que ejercía funciones de comando en unidades antiterroristas, “una experiencia de vida”, así como “oficiales y personal de tropa que son formados en Fuerzas Especiales con mucha preparación académica y militar”. Sobre la aeronave Aravá, la accidentada, Gálvez contó que  se usan diferentes tipos para el entrenamiento. “Cada avión tiene sus peculiaridades, pero esa era apropiada para ese tipo de entrenamiento”. El coronel Edwin Castro compartió con el grupo de militares que falleció. “Eran maestros de salto que tienen diferentes experiencias y deben cumplir con ciertos requisitos”. Ingresar a ese grupo de entrenamiento no es sencillo, “solo están allí los mejores”. El mayor José Ávila conoció al mayor de infantería Diego Alvear, que fue su compañero de promoción. “Dios se lleva a los buenos, era  un referente de la promoción 95 de oficiales de arma y servicio”. Recordó que Alvear era recto en su accionar. “Estamos hablando de un oficial de cualidades inmaculadas, pulcro, líder militar nato, quizá la vida le habría premiado con un generalato alguna vez”. Para Ávila, los 22 soldados estaban en un nivel más alto que el resto de militares. “No cualquiera  puede pertenecer a la Brigada de Fuerzas Especiales, pues es el entrenamiento más duro de la fuerza militar”. Y agregó: “El nivel de entrenamiento que tiene un comando paracaidista -que es la técnica de infiltración- es muy minucioso, riguroso y fuerte”.

Ceremonia en Parcayacu Una impecable tela blanca enmarcó las plataformas en donde se colocaron los féretros, decorados con rosas blancas. Los ataúdes fueron trasladados hasta la planta baja del casino de la Escuela Militar Eloy Alfaro, al noroccidente de Quito. En medio de una nutrida caravana se trasladaron los cuerpos desde la localidad de Shell, en la provincia de Pastaza, para llegar al aeropuerto de Quito, donde fueron recibidos con honores. En la capital se montó una capilla ardiente. Al lugar llegó el presidente Rafael Correa, quien dio sus condolencias a los militares y a los familiares de los fallecidos. El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, anunció que conformará la junta para investigar el accidente. No todos los cadáveres fueron a Quito. El cuerpo de Édison Guevara Zúñiga, cabo segundo de aviación y mecánico, llegó al caserío Huambalito, del cantón Pelileo. Allí sus familiares, allegados y amigos lo recibieron entre lágrimas. (I) DATOS El decreto presidencial que declara duelo nacional es de 2 días y tiene vigencia hasta hoy, por el fallecimiento de los militares en el accidente aéreo en Pastaza.   Mientras dure el duelo nacional el Pabellón Nacional permanecerá izado hasta media asta en todos los edificios públicos y privados, tanto civiles como militares, en todo el país. El Gobierno Nacional expresó en el decreto su solidaridad con las familias de las víctimas y anunció que se brindará todo el apoyo requerido a ellos, de acuerdo con la Constitución y las leyes.

 

 

FUENTE: eltelegrafo.com