Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional
para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene vigilancia continua para notificar a la comunidad sobre cualquier variación en las
medidas de protección ante una posible crisis.
Este 17 de junio el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más
reciente boletín vulcanológico en el que informa la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.
Volcán de Fuego
Actividad:
el edificio volcánico se encuentra cubierto por nubosidad en su totalidad, no es posible hacer observaciones directas al
cráter Mackenney.
Las estaciones sísmicas ubicadas alrededor del volcán, permiten registrar movimiento de gases y algunos derrumbes de
fragmentos rocosos dentro del edificio volcánico.
Durante la noche y madrugada no se observó ningún reflejo incandescente, sin reportes de sonidos o explosiones.
No se descarta la ocurrencia de períodos de desgasificación prolongados o columnas de desgasificación con abundante ceniza.
Volcán de Santiaguito
Debido a su localización en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren gran parte de la geografía del país, lo que
lo convierte en una de las áreas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.
A pesar de que en Guatemala se han reconocido al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN)
identifica únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son
denominados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.
Sin embargo, independientemente de las diferencias, actualmente son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de
observación de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.
Las erupciones más fuertes del volcán de Fuego:
Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán
más activo de América Central y uno de los que tiene mayor trascendencia a nivel mundial.
Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas
como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador
la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos destruyeron parte de la vegetación de los alrededores y sepultó parcialmente las
comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.
El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los
10 mil metros de altura sobre el nivel del mar.
Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 no localizadas y 600 heridos; así como dos millones de residentes perjudicados.
El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas
de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en localidades de 45 kilómetros
a la redonda. (I)