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Una noche histórica en Anfield deja al City contra las cuerdas

El Liverpool lo volvió a hacer. El único equipo que había vencido al Manchester City en la Premier League tumbó una vez más a los de Guardiola y dejó patas arriba la eliminatoria.

Klopp y los suyos, tras un primer tiempo excelente en Anfield, pusieron un 3-0 de margen de cara al partido de vuelta gracias a los goles de Salah, Oxlade y Mané.

Guardiola hizo la misma apuesta que el día que ganó la Copa de la Liga en Wembley: quitó a un atacante (en este caso, Sterling) para dar cabida a un centrocampista más (Gündogan) que acompañara a Fernandinho, Silva y De Bruyne. Además, Laporte volvió a salir de inicio como lateral izquierdo en detrimento de Danilo o Delph, como ya hiciera en el último partido de la Premier League contra el Everton. Por su parte, Klopp tiró de sus habituales futbolistas, sin sorpresas tras las conocidas ausencias de Can, Lallana o Matip, y comandados por el tridente formado por Mané, Salah y Firmino.

Anfield es el estadio donde el Manchester City recibió cuatro goles en enero, su única derrota en esta Premier League.

Y tres de ellos fueron en nueve minutos. Guardiola sabía que los inicios en casa del Liverpool son complicados y el balón fue visitante… hasta que arrancó Salah por primera vez. El egipcio tiró un desmarque, puso la directa y en el área recogió un balón para marcar el primero.

Aunque Sané estuvo a punto de empatar en la jugada siguiente, Oxlade clavó el 2-0 casi sin margen para respirar.

Su magnífico disparo entró como un misil en la portería de Ederson.

Pero ahí no acabó el vendaval. Salah tenía el balón en el pico del área, centró y remató Mané de cabeza para el 3-0 en apenas 19 minutos de margen entre el primero y el tercero. Anfield lo había vuelto a hacer: el equipo se había entregado al ambiente.

Klopp saltaba en la banda y Guardiola se había sentado sin podérselo creer. El City recibía gol cada vez que el Liverpool metía miedo. Era incontrolable.

Salah tuvo que ser sustituido

La salida de Salah por lesión en el minuto 50 hizo presagiar un posible punto de inflexión. Además, el City entró en la segunda mitad sin cambios pero con la mentalidad de darle la vuelta al resultado.

Guardiola tardó poco en dar marcha atrás a su plan inicial de cuatro centrocampistas para meter a Sterling, pitado por la grada, y recuperar el esquema habitual.

Arnold secó a Sané, Wijnaldum entró en el centro del campo y entre Van Dijk y Lovren solventaron cada balón aéreo.

El Liverpool aguantó el empuje. Se resistió a recibir un gol que limitara sus opciones es en el partido de vuelta, dadas las goleadas a las que está acostumbrado el City (venció a los reds por 5-0 en agosto). Y cerró una noche mágica en Anfield con un resultado muy favorable para la próxima semana.

Fuente: marca.com – youtube.com