‘Thor: Ragnarok’ promete más diversión y acción que filmes anteriores
En las películas del universo Marvel, Thor siempre pareció tener las de perder. Las cintas de Thor nunca fueron tan populares como las de Iron Man, y no tuvieron tanto impulso como las del Capitán América. Quizá eran demasiado serias y demasiado aburridas, aunque esto nunca fue culpa de Chris Hemsworth, cuyas interpretaciones del personaje han sido tan naturales y encantadoras que parece que no recibe el reconocimiento necesario.
Pero «Thor: Ragnarok» ha sido anunciada como una versión diferente del Dios del Trueno.
Los estudios Marvel y The Walt Disney Co. convocaron al director neozelandés Taika Waititi, cuyo libertino documental cómico sobre vampiros «What We Do In The Shadows» muestra una sensibilidad única para el humor.
También le quitaron el martillo a Thor y le cambiaron el corte de pelo, agregaron un poco de Led Zeppelin y le dijeron al diseñador de producción que entre más luces de neón, mejor.
El resultado es bastante decente, aunque quizás no es el cambio radical del que tanto se ha hablado.
La estructura de la historia es tan absurda como siempre.
Resulta que Thor tiene una hermana mayor perdida, Hela (Cate Blanchett), a quien su padre Odín (Anthony Hopkins, que parece haber filmado su participación en un par de horas) encerró porque era demasiado peligrosa.
Un suceso ocurre y Hela se libera.
Ella es muy fuerte, más que Thor, y está muy enojada, así que golpea al protagonista hasta llevarlo a otra dimensión mientras ella se dirige a Asgard para reclamar su trono.
La película literalmente se divide en dos en este punto.
La pobre Blanchett, que parece una vampiresa total en el papel de Hela, actúa tan bien como siempre, pero qué horrible debe ser estar en la película “divertida” de Thor y tener que interpretar a una de las villanas más pobremente escritas de la historia.
Mientras ella está fuera apoderándose con una gran seriedad del poder, Thor entra en una subtrama irreverente y cómica en el planeta Sakaar — una especie de terreno baldío al final del universo gobernado por un tipo raro que se hace llamar Gran Maestro (Grandmaster) , interpretado muy a modo por Jeff Goldblum.
Esta parte es realmente divertida y es donde la irreverencia de Waititi brilla totalmente con enredos y un guion inteligente.
No es de sorprender que le quede bien el papel a Goldblum, aunque el verdadero encanto es Hemsworth, quien sabe cómo subvertir el carácter de Thor sin convertirlo en una parodia.
Tiene un gran talento cómico que el público pudo conocer en «Ghostbusters», mientras que Tessa Thompson es fantástica como Valkiria, una luchadora a la que le gusta beber mucho y tiene un pasado secreto que preferiría olvidar.
Imagino que «Thor: Ragnarok» es de esas películas que mejoran si se las ve más de una vez, cuando uno tiene la oportunidad de relajarse con los chistes sin la presión de lidiar entre la historia cómica y la seria.
Pero tiene varios errores en general por sus cambios violentos de tono.
Algunos de los chistes se prolongan demasiado, mientras que Hulk tiene poco chance de actuar y por momentos parece que cada 25 minutos debe de haber una gran pelea, independientemente de lo que esté sucediendo.
Una secuencia en particular con un ejército de muertos parece sacada de “Piratas del Caribe”, y esta no es una comparación halagadora.
Aunque la energía y la agudeza de Waititi se nota en la película, parece que tuvo que operar desde el mismo “sabor base” de Marvel y que de vez en cuando le dieron permiso de poner una pizca de sus propios condimentos.
«Thor: Ragnarok» es de lejos la películas más divertida de Thor, pero sigue siendo una película de Thor, para bien y para mal.
«Thor” de Walt Disney tiene una clasificación PG-13 en Estados Unidos, por contenido que podría ser inapropiado para menores de 13 años como secuencias de violencia y acción, así como breves escenas sugerentes. The Associated Press le otorga dos estrellas y media de cuatro. (I)
Fuente: eluniverso.com