Taiwán culpó a dos barcos chinos de cortar los cables de Internet de sus islas
El mes pasado, el propietario de un bed and breakfast, Chen Yu-lin, tuvo que decirles a sus huéspedes
que no podía proporcionarles Internet.
Otros habitantes de Matsu, una de las islas periféricas de Taiwán más cercanas a la vecina China
tuvieron que hacer un esfuerzo extra para pagar las facturas de electricidad, pedir cita al médico
o recibir un paquete.
Para conectarse al mundo exterior, los 14.000 habitantes de Matsu dependen de dos
cables submarinos de Internet que conducen a la isla principal de Taiwán.
La Comisión Nacional de Comunicaciones
citando al servicio de telecomunicaciones de la isla, culpó a dos barcos chinos de cortar los cables.
Se sospecha que un pesquero chino cortó el primer cable a unos 50 kilómetros de la costa.
Seis días después, el 8 de febrero, un carguero chino cortó el segundo.
El gobierno de Taiwán no llegó a calificar el hecho de acto deliberado por parte de Beijing, y no había
pruebas directas que demostraran la responsabilidad de los barcos chinos.
Mientras tanto, los isleños se vieron obligados a conectarse a una Internet limitada mediante transmisión
por radio microondas una tecnología más madura, como respaldo.
Eso significaba que uno podía esperar horas para enviar un mensaje de texto.
Las llamadas se caían y los vídeos no se podían ver.
“Muchos turistas cancelaban sus reservas porque no había Internet.
Hoy en día, Internet desempeña un papel muy importante en la vida de la gente”, dice Chen, que vive en Beigan
una de las principales islas residenciales de Matsu.
Aparte de trastornar vidas, la pérdida de los cables de Internet, aparentemente inocua, tiene enormes implicaciones
para la seguridad nacional.
Como ha demostrado la invasión a gran escala de Ucrania, Rusia ha hecho de la
eliminación de la infraestructura de Internet una de las piezas clave de su estrategia.
Algunos expertos sospechan que China puede haber cortado los cables deliberadamente como parte de su acoso
a la isla autogobernada que considera parte de su territorio, que debe reunificarse por la fuerza si es necesario.
China envía regularmente aviones de guerra y buques de guerra hacia Taiwán como parte de sus tácticas
para intimidar al gobierno democrático de la isla.
La preocupación por la invasión china, y la preparación de Taiwán para resistirla, han aumentado
desde la guerra de Ucrania. (I)
Fuente: evafm.net – infobae.com