Sebastián Piñera, sobre el golpe de Estado de 1973 en Chile
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, afirmó que la democracia «no terminó por muerte súbita ese 11 de septiembre» en el país, en una columna publicada en el diario El Mercuriocon motivo de los 45 años del golpe militar encabezado en 1973 por Augusto Pinochet.
«Es bueno recordar que nuestra democracia no terminó por muerte súbita ese 11 de septiembre de 1973.
Venía gravemente enferma desde mucho antes y por distintas razones«, precisa el mandatario chileno en la columna «11 de septiembre: Memoria e Historia», en la que reflexiona sobre la trascendencia de esta fecha en el país.
Hace 45 años, fuerzas militares a la cabeza de Pinochet bombardearon el palacio de La Moneda donde se suicidó el entonces presidente socialista Salvador Allende, consumándose un golpe militar que dio paso a una dictadura de 17 años que marcó a fuego a Chile, no sólo por la violencia que desató sino también por la herencia política y económica que dejó.
A juicio del mandatario, los valores y pilares de la convivencia y democracia de los chilenos comenzaron a erosionarse desde fines de la década de los 60, a lo que contribuyeron «actitudes intolerantes, dogmáticas y confrontacionales, proyectos ideológicos fundacionales y excluyentes«.
En ese contexto, considera que el 11 de septiembre de 1973 «se terminó de derrumbar nuestra enferma democracia y dio origen a un régimen militar no democrático, que no respetó las libertades ni los derechos humanos».
Subraya además que «ninguna circunstancia o contexto justifica las graves, sistemáticas e inaceptables violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el régimen militar».
«Todos o casi todos hemos aprendido de nuestra historia. La izquierda ha aprendido a condenar toda violencia en política y a respetar la democracia. La derecha ha aprendido a condenar todo atentado a los derechos humanos y a respetar nuestra democracia», sostiene el texto.
El mandatario invita a los chilenos a enfrentar una segunda transición «que permita conquistar el desarrollo, derrotar la pobreza y crear una sociedad más humana».
Piñera considera que «es bueno tener memoria, porque los pueblos sin memoria están condenados a repetir sus errores. Pero también es bueno recordar la historia, no para hurgar en ella hasta transformarla en una gangrena, sino que para aprender las lecciones y enseñanzas de esa historia, de forma tal que nos guíen e iluminen los caminos el futuro«.
El 45 aniversario del golpe de Pinochet se conmemora este martes en Chile con diversos actos recordatorios de partidos políticos, organizaciones sociales y agrupaciones de víctimas y familiares de ejecutados y desaparecidos durante la dictadura.
Según una encuesta reciente, el 75% de los chilenos considera que no ha habido reconciliación, para el 66% no «se ha hecho justicia en materia de derechos humanos»y para el 85% «aún existen pactos de silencio en el ejército para proteger a militares involucrados en violaciones a los derechos humanos».
En las primeras horas del día, en barrios periféricos de Santiago hubo algunas manifestaciones que incluyeron barricadas y bloqueo de calles, pero que no pasaron a mayores, según la policía.
Augusto Pinochet (AP)
El presidente chileno Sebastián Piñera
(Con información de EFE y AFP)