El debate entre el Gobierno chileno y la oposición para aprobar un segundo retiro de los fondos de pensión (AFP)
llevó a que ambas facciones presentaran proyectos propios para hacerlo.
Hace una semana, luego que la Comisión Constitucional del Senado aprobara la reforma constitucional que permitía
un segundo retiro de las AFP, el gobierno ingresó su propio proyecto, abriéndose así a una idea que previamente había rechazado de manera tajante.
Para muchos, fue una jugada maestra que permitió al oficialismo apropiarse de la iniciativa e impulsarlo bajo sus condiciones.
El jueves, la Cámara Alta rechazó la iniciativa opositora y aprobó la propuesta del Gobierno.
De prosperar esta última en la Cámara Baja, el retiro podría aprobarse antes de las fiestas de fin de año.
¿Cuáles son las diferencias entre el proyecto del gobierno y el opositor?
Uno de los mayores debates que ha generado en torno al nuevo retiro es si los ciudadanos de altos ingresos deben pagar impuestos
al sacar recursos destinados para su jubilación.
A diferencia de la reforma constitucional presentada por diputados, el proyecto de ley del ejecutivo considera que el retiro sí constituye una renta
por lo que sería gravada con el impuesto Global Complementario.
Dicho gravamen dependería del nivel de ingreso del contribuyente, por lo que algunos quedarían exentos del tributo.
Pagarían aquellos que tienen ingresos que van desde los 700 mil de renta (unos USD 900).
Además, no podrán acceder quienes se regulen de conformidad al artículo 38 bis de la Constitución.
Es decir, el Presidente, ministros, senadores, diputados y gobernadores regionales.
Las personas deberán suscribir una declaración jurada respecto de no encontrarse en alguna de estas situaciones.
En el proyecto que se estaba ya discutiendo en el Senado no había limitantes. (I)
Fuente: evafm.net