El gas ruso no debe ser utilizado como arma geopolítica contra Ucrania, declaró este domingo en Kiev la canciller alemana, Angela Merkel
cuando alemanes y rusos terminan el gasoducto Nord Stream 2 que evita Ucrania y debilita este habitual país de tránsito.
“Estamos de acuerdo con los estadounidenses en que el gas no debe ser utilizado como arma geopolítica y al final lo veremos
en función de la renovación [por Rusia] del contrato de tránsito vía Ucrania” del gas, dijo la canciller alemana.
Merkel, que efectúa una visita de despedida en Kiev antes de dejar el poder en otoño, realizó estas declaraciones en una rueda de prensa con el presidente ucraniano
Volodymyr Zelensky, dos días después de visitar el dirigente ruso Vladimir Putin.
El mandatario ucraniano había estimado poco antes que el gasoducto Nord Stream 2 era “una peligrosa arma geopolítica del Kremlin”.
“Nadie puede negar que los principales riesgos recaerán en Ucrania”, agregó.
Un proyecto polémico
El ducto subacuático de 1.200 km que va de la costa Báltica rusa al noreste de Alemania, podrá enviar
55.000 millones de metros cúbicos de gas por año a Europa
aumentando el acceso del continente a gas natural relativamente barato.
El gigante ruso Gazprom tiene una presencia mayoritaria en el proyecto, valorado en 12.000 millones de dólares (10.000 millones de euros).
Participan también las alemanas Uniper y Wintershall, la francesa Engie, la anglo-holandesa Shell y la australiana OMV.
El Nord Stream 2 permite evitar el uso los gasoductos de Ucrania, que ve el flujo de gas ruso como una fuente de influencia
y una bendición financiera indispensable.
Las tarifas de tránsito del gas le aportan 3.000 millones de dólares anuales a sus cofres.
Fuente: evafm.net