Reducir el hábito de fumar no es suficiente
Las personas que dejan de fumar presentan menor riesgo de enfermedad pulmonar que quienes continúan fumando, pero a niveles bajos, según un estudio en el que los autores analizaron los datos recopilados durante 30 años de 3.140 participantes en el estudio de ‘Desarrollo de Riesgo de la Arteria Coronaria en Adultos Jóvenes’ (CARDIA, por sus siglas en inglés).
Cuando se inscribieron, los participantes vivían en cuatro ciudades de Estados Unidos: Birmingham, Alhabama; Chicago, Illinois; Minneapolis, Minnesota, y Oakland, California, y su edad promedio era de 25 años. Casi la mitad eran afroamericanos, y casi la mitad fumaba en algún momento en sus vidas. Los participantes se sometieron a una espirometría periódica para evaluar la función pulmonar y una tomografía computarizada de tórax 15, 20 y 25 años después de la inscripción.
«El conjunto de datos de CARDIA nos brindó una oportunidad única para aprender sobre el impacto de los diferentes niveles de tabaquismo en la salud pulmonar y el riesgo de enfermedad pulmonar», dice la autora principal, Amanda Mathew, profesora asistente de Investigación de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, Estados Unidos. «A los participantes se les preguntó sobre su hábito de fumar cada año, lo que minimizó el sesgo de recuerdo y nos permitió modelar los cambios en los hábitos de fumar a lo largo del tiempo», explica.
En comparación con aquellos que nunca fumaron, los fumadores empedernidos estables experimentaron la mayor disminución en la función pulmonar medida por el FEV1, o la cantidad de aire que puede exhalarse por la fuerza en un segundo (-4,.2 ml/año). Además, los fumadores pesados estables tenían 26 veces más probabilidades de desarrollar enfisema y casi ocho veces más probabilidades de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva.
Dejar de fumar reduce el riesgo de enfermedad pulmonar
Los científicos también examinaron el riesgo de salud pulmonar entre los fumadores ligeros, que se definieron como aquellos que tienen un historial de tabaquismo de menos de 10 paquetes al año.
Los paquetes al año se calculan multiplicando el número de paquetes de cigarrillos fumados un día por el número de años que una persona fuma.
Según los autores, estos fumadores leves a menudo se excluyen de los ensayos clínicos para la enfermedad pulmonar crónica.
El estudio comparó fumadores estables de baja tasa (los que fuman menos de 10 cigarrillos al día, en promedio) con fumadores que dejaron de fumar.
Los que dejaron de fumar tuvieron un historial de tabaquismo de 9,8 paquetes por año comparado con un historial de 6,4 meses de aquellos que fumaron a baja intensidad.
A pesar de haber fumado más cigarrillos, los fumadores que dejaron preservaron más función pulmonar (-33,8 frente a-35,7 ml/año) y tuvieron un menor riesgo de desarrollar enfisema (3,4 frente a 8,5 veces el riesgo de no fumadores) que los fumadores estables a tasas bajas.
«Nos sorprendió descubrir que aquellos que dejaron de fumar tenían un riesgo de enfermedad menor que el grupo que identificamos como fumadores estables de baja tasa, aunque aquellos que dejaron de fumar tuvieron una mayor exposición durante la vida a los cigarrillos», dice el doctor Mathew.
Los autores ajustaron los hallazgos para una serie de factores que podrían haber sesgado los resultados, incluida la edad, la raza, el sexo, el índice de masa corporal y el asma.
Las limitaciones del estudio incluyen no poder ajustar por cuestiones como el humo de segunda mano, el humo de la marihuana o el uso de cigarrillos electrónicos.
Aun así, dice el doctor Mathew, el mensaje de estudio para los fumadores es claro. «No hay un umbral seguro para fumar en la salud pulmonar –sentencia–.
Reducir puede ser un gran primer paso, pero dejarlo para siempre es la manera más efectiva de disminuir el riesgo de enfermedad pulmonar». (I)
Fuente: eluniverso.com