Hace tiempo el mayor causante de hígado graso era el alcohol, pero en la actualidad esta condición se está produciendo más por la obesidad, diabetes y la hipertrigliceridemia (triglicéridos elevados).
La médico internista Katherine Cires explica que, para prevenir el hígado graso hay que tener una alimentación equilibrada y hacer actividad física, al menos 30 minutos al día, tres veces por semana para estimular nuestro metabolismo.
Pero si sabemos que no vamos a seguir una dieta estricta al pie de la letra podemos optar por tomar una medicina hepatoprotectora, sobre todo al momento de ingerir algo que no está de acuerdo a la dieta equilibrada y nutritiva.
“Los hepatoprotectores sí funcionan”, asegura la experta.
Detalla que el hígado graso se produce por hiperinsulinemia e hiperglicemia. El exceso de grasa dispara estas dos cosas porque la grasa se convierte en azúcar y el azúcar se transforma en grasa.
Fuente: eluniverso.com