Paraguay es un paraíso fiscal para terroristas
El Departamento de Justicia de Estados Unidos designó el año pasado a Hezbollah, un partido político y grupo militante libanés, como una organización criminal transnacional, gracias a su asociación duradera y bien documentada con cárteles de drogas de América Latina.
Un punto clave de las operaciones de Hezbollah en el hemisferio oeste es la zona de la triple frontera de Argentina, Brasil y Paraguay, un santuario para todos los tipos de crimen organizado.
Numerosos casos de financiaciones del terrorismo, lavado de dinero y tráfico de drogas en los tribunales de EEUU implican la participación de libaneses alineados con Hezbollah que operan ahí. Argentina y Brasil han mostrado una mayor preparación para emprender acciones contra Hezbollah, pero Paraguay, el país donde Hezbollah es más vulnerable a la acción, es el más reacio a reconocer el desafío.
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, en el poder desde el pasado agosto, está bajo presión para cambiar eso. A pesar de la promesa inicial, su administración sigue plagada por los mismos problemas que sus antecesores no pudieron resolver, y viene un ajuste de cuentas.
Este año, The Financial Action Task Force, una organización intergubernamental, evaluará a Paraguay para valorar la efectividad de la lucha contra el lavado de dinero y los sistemas financieros antiterroristas, para lo cual el grupo establece estándares globales.
Los países que fallan en esta evaluación, como Irán y Corea del Norte, tienen que lidiar con restricciones engorrosas que impiden el comercio y la inversión.
Paraguay está ahora considerando un paquete de medidas legislativas para mejorar su régimen de lucha contra el lavado de dinero y contraterrorismo.
En cualquier caso, su principal desafío sigue siendo uno de implementación. Asunción ha sabido desde hace mucho tiempo que necesita mejorar su récord. Ahora debe hacerlo o enfrentar las consecuencias.
La administración de Trump, al contrario de sus predecesores, le ha dado la debida atención a Paraguay.
El primer viaje de un alto funcionario a Latinoamérica después de la elección de Trump fue a Paraguay.
Si bien muchos puestos de embajadores en América Latina permanecen vacantes, Washington rápidamente nombró a un diplomático de carrera para que fuera el enviado de EEUU en Asunción. Los funcionarios del Tesoro de los EEUU también visitaron Paraguay el mes pasado para transmitir un mensaje claro: los que financian el terrorismo y lavan dinero para el crimen organizado pagarán un alto precio. Paraguay necesita hacer su parte.
A pesar de su voluntad de trabajar con EEUU, los líderes de Paraguay han minimizado desde entonces la amenaza de la presencia de Hezbollah en su país. El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Castiglioni, expresó dudas y pidió públicamente pruebas.
El ministro del interior restó importancia al problema. Incluso el presidente de la Corte Suprema intervino y dijo que no había pruebas de que Hezbollah estuviera financiando al terrorismo.
Después, como para agravar el problema, Abdo trató de vender su país como un paraíso fiscal, haciendo alarde de sus bajas tasas de impuestos en el Foro Económico Mundial de 2019 en Davos, Suiza. «Es casi un paraíso fiscal» dijo.
Paraguay debe elegir: ser un paraíso fiscal tiene un precio. Hasta ahora, Asunción ha logrado aplazar el pago. Ahora se acabó el tiempo.
Por EMANUELE OTTOLENGHI | Foreign Policy
*Sobre el autor: Emanuele Ottolenghi es un reconocido politólogo italiano, miembro de Foundation for Defense of Democracies; dirigió el Comité Judío Estadounidense en Bruselas; fue profesor en la Universidad Oxford, tiene un doctorado en Universidad Hebrea de Jerusalén y se graduó en la Universidad de Bologna.
Ottolenghi ha escrito en medios como Commentary, The Daily Mirror, The Guardian, National Review Online, Newsday, The Jewish Chronicle y The Middle East Quarterly.
La primera visita a América Latina realizada por un alto funcionario de la administración de Trump fue a Paraguay, para transmitir el mensaje de que quienes financien el terrorismo y laven dinero serán castigados (Foto: EFE/Juan Ignacio Roncoroni)
El mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez, vendió durante el Foro Económico Mundial de 2019 en Davos que su país “es casi un paraíso fiscal” (Foto: Reuters)
Fuente: infobae.com