Palestinos, indignados por amenazas de Donald Trump
Los palestinos mostraban su indignación este miércoles por la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de cortarles la ayuda financiera para sancionar su negativa a negociar con Israel tras la decisión de Washington sobre Jerusalén.
En 2016, Estados Unidos otorgó 319 millones de dólares de ayuda a los palestinos a través de su agencia de desarrollo (Usaid), según cifras disponibles en la web de la agencia.
Estos subsidios son vitales para la Autoridad Palestina, cuyo presupuesto depende en gran medida de la ayuda internacional.
A pesar de esta situación, el portavoz de la presidencia palestina, Abu Rudeina, aseguró este miércoles que Jerusalén «no está en venta».
«Jerusalén es la capital eterna del Estado de Palestina y no está en venta a cambio de oro o de millones», dijo a la AFP.
La decisión el 6 de diciembre del presidente Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel provocó la ira de los palestinos, que quieren convertir Jerusalén-este, anexionada por Israel, en la capital del estado al que aspiran.
«No nos oponemos a retomar las negociaciones pero tienen que basarse en el derecho internacional y en las resoluciones [de la ONU] que reconocieron un Estado palestino independiente con Jerusalén-este como capital», insistió el portavoz.
«No cederemos al chantaje», afirmó igualmente Hanan Ashrawi, una responsable de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Israel, satisfecho
El martes, en uno de sus numerosos tuits, Donald Trump escribió: «Pagamos a los palestinos CENTENARES DE MILLONES DE DÓLARES cada año y no recibimos reconocimiento o respeto». «Pero si los palestinos ya no están dispuestos a las conversaciones de paz, ¿por qué tenemos que hacer esos enormes pagos?», se preguntó.
A los 319 millones de dólares de ayuda a los palestinos a través de USAID se añaden otros 304 millones de dólares de asistencia que Washington paga para financiar los programas de la ONU en los Territorios Palestinos.
Donald Trump no precisó a cuál de estas ayudas hacía referencia en su tuit.
Por su parte, dos ministros israelíes celebraron las declaraciones del presidente estadounidense.
«Estamos ante un presidente que dice lo que piensa de manera clara», indicó a la radio militar Miri Regev, ministro de Cultura y Deportes.
«No se pueden obtener por un lado 300 millones de dólares de ayuda estadounidense y al mismo tiempo cerrar la puerta a las negociaciones», continuó Regev, cercano al primer ministro Benjamin Netanyahu.
El ministro de Educación, Naftali Bennett, del partido nacionalista Hogar Judío, felicitó a Trump, «que no teme decir la verdad incluso cuando esta no es popular».
«La verdad es que Estados Unidos no tienen por qué financiar a quienes actúan contra sus intereses», declaró en un comunicado.
Esperanzas hundidas
Estados Unidos había amenazado con tomar represalias después de un voto en la Asamblea General de la ONU, el mes pasado, que condenaba la decisión estadounidense sobre Jerusalén.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump alardeó de poder obtener un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, un asunto en el que fracasaron todos sus antecesores.
Las esperanzas sobre una solución a dos Estados se hundieron aún más el martes cuando el parlamento israelí adoptó un proyecto de ley que prevé complicar el traspaso bajo soberanía palestina de algunas zonas de Jerusalén en el marco de un futuro acuerdo de paz.
«Una declaración de guerra», estimó el presiente palestino Mahmud Abas.
Jerusalén, con sus lugares santos judíos, cristianos y musulmanes, es uno de los asuntos más sensibles.
Desde la creación de Israel en 1948, la comunidad internacional considera que su «estatuto» debe ser negociado entre israelíes y palestinos.
Tras la anexión -no reconocida por la ONU- de Jerusalén-este, parte palestina de la ciudad, Israel proclamó toda la ciudad como su capital «eterna e indivisible». (I)
Fuente: eluniverso.com