Lula da Silva y la ecónomia en Brasil
Será una semana decisiva para el futuro de la economía brasileña.
Tras la aprobación en el Senado el pasado 7 de diciembre, la Cámara de Diputados debería votar entre mañana
y el miércoles una Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) para cumplir algunas de las promesas electorales
del Presidente electo Luiz Inácio Lula Da Silva.
El valor total de la PEC prevé una ampliación del techo de gastos de 168,9 mil millones de reales por año para
2023 y 2024, es decir autorizar gastos extraordinarios por cerca de 32 mil millones de dólares, con un impacto fiscal
estimado de 204 mil millones de reales, 38 mil millones de dólares al cambio actual
cifra que corresponde aproximadamente al 2% del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño.
Aparte de los gastos de emergencia durante la pandemia, se trata del mayor aumento del gasto público en un solo año.
A pesar del mantra repetido por Lula en la campaña electoral y en declaraciones de los últimos días de querer
“incluir a los pobres en el presupuesto y a los ricos en la declaración de la renta”
el mercado financiero ha reaccionado mal a esta PEC, que muchos esperan sea reducida en la votación a la Cámara.
Según la plataforma de inversión TradeMap, la bolsa brasileña ha perdido 577.000 millones de reales, unos 110.000 millones de dólares
desde el 21 de octubre.
Para los expertos, la necesidad de garantizar a los pobres un Auxilio Brasil, que volverá a su antiguo nombre de la era petista
Bolsa Familia, por un valor de 600 reales (113 dólares) con el añadido de 150 reales (28 dólares) por cada niño menor de seis años
no justifica la gigantesca suma que el nuevo gobierno pretende gastar.
El riesgo es que aumente la inflación, se fortalezca el dólar y suban los intereses del Banco Central, lo que frenaría el crecimiento
del país y el poder adquisitivo de los asalariados.
Y que los primeros en pagar el precio serán los propios pobres a los que esta medida pretende ayudar.
“Hasta ahora, la formulación de la política económica del nuevo gobierno se parece más al gobierno de Dilma Rousseff
que al primer mandato de Lula”, explicó a Infobae el economista y consultor Alexandre Schwartsman. (I)
Fuente: evafm.net