Los héroes que no reciben aplausos
Los empleados de tiendas de alimentos, los recolectores de basura, los repartidores, las empleadas domésticas, los carteros entre otros tantos trabajadores.
hacen posible la vida en un mundo inmerso en el confinamiento, aunque sus oficios, hoy esenciales, son mal pagados y a menudo invisibles o menospreciados.
Fotógrafos de la AFP en el mundo han hecho un retrato de estos trabajadores, los llamados soldados de la segunda línea, que además de ganarse la vida cumplen con su deber.
No son aplaudidos todas las noches como los médicos y enfermeras en Francia o en Italia pero se les mira de otra forma.
Ahora la gente les habla más que antes o les agradece su trabajo escribiendo a veces “Gracias” en un basurero o el escaparate de un supermercado.
Son los soldados de la segunda línea en la guerra contra el coronavirus, indispensables para que la población pueda confinarse.
Del 18 al 25 abril, unos 50 de esos empleados de 25 países aceptaron posar en su lugar de trabajo.
entre estanterías de verduras o medicamentos, en una carnicería o panadería, frente a un autobús o un contenedor de basura, una cocina o un cementerio.
Confiaron su vulnerabilidad, su ira, su misión, su orgullo. (I)
Fuente: evafm.net