Los correístas que salieron a México aún son asambleístas
Se van y dejan en evidencia un gran vacío legal. Los cuatro asambleístas correístas que se asilaban desde octubre pasado en la Embajada de México en Quito.
rompieron ayer su autoencierro y se embarcaron en un avión con destino a la capital azteca.
En ese grupo están la expresidenta de la Asamblea Nacional Gabriela Rivadeneira, junto a su esposo Luis Flores; la legisladora Soledad Buendía y su cónyuge, Edwin Jarrín.
el asambleísta Carlos Viteri Gualinga junto a su esposa Tania Pauker que, al igual que Jarrín, fue parte del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).
La primera en buscar refugio fue Rivadeneira, quien se alojó en la sede diplomática, ubicada en el norte de Quito, el 12 de octubre de 2019.
cuando las protestas encabezadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) alcanzaron los picos más altos de violencia.
Solicitaron asilo diplomático aun cuando sobre ninguno de ellos existía (ni existe) investigación alguna por su presunta participación en el intento de golpe de Estado.
que es como califica el Gobierno a lo sucedido hace tres meses.
Casi al mismo tiempo que los políticos abandonaban ayer el país, el canciller José Valencia leía un comunicado oficial en el que informaba.
que a inicios de esta semana comunicó a México que se brindarían las facilidades necesarias para que estas personas puedan trasladarse al aeropuerto.
“Esto evidencia, una vez más, como lo conoce la ciudadanía y la comunidad internacional, que detrás del discurso de persecución política está un interés político.
de un sector que busca la impunidad ante los delitos por los que muchos son hoy procesados”.
En donde no saben qué hacer es en la Asamblea. Si bien la Función Legislativa suspendió el pago de los salarios a los tres asambleístas principales.
hasta que se reincorporen, no hay una normativa que defina el procedimiento a seguir cuando la ausencia se extiende por tanto tiempo. (I)
Fuente: evafm.net