La droga se riega por la ciudad
Los bajos de los puentes, callejones con poca iluminación, dentro y fuera de los parques y los alrededores de las instituciones educativas de distintos sectores, son los principales puntos escogidos para la venta y consumo de drogas en Guayaquil.
Una realidad que, al igual que la inseguridad, preocupa al 43,4 % de los guayaquileños, según una encuesta realizada por Cedatos y publicada por EXPRESO en noviembre del año pasado.
En un recorrido realizado por la ciudad, líderes barriales dijeron a este Diario que el microtráfico y consumo de estupefacientes es un problema latente y que crece en sus comunidades. Y no saben cómo controlarlo.
“Hemos pedido en varias ocasiones que arreglen las luminarias del parque y poden los árboles.
Por la tarde se vuelve oscuro y se llena de consumidores de droga.
Tenemos miedo de que les vendan a nuestros hijos”, menciona Carlos Mancheno, morador de la cuarta etapa de la Alborada.
“Luego de las cinco de la tarde se paran en ese callejón y esperan a que los chicos salgan de clases para venderles unos paquetitos.
Nunca andan solos”, relata Julieta Sangurima, presidenta de un comité de Sauces 6, cuyo parque colinda con un colegio.
En el sur, vecinos de Las Acacias, La Saiba, Centenario, Floresta, entre otros, viven la misma situación.
“Vienen al parque porque creen que ahí no los van a descubrir.
Los niños no pueden jugar tranquilos. Algunos son chamberos que se quedan durmiendo todo el día”, comenta una vecina de La Pradera, que pidió la reserva de su nombre.
Pese a los múltiples intentos del Estado por frenar esta problemática, las cifras oficiales siguen siendo preocupantes: en Guayaquil se consume el 60 % de las drogas del total nacional y el 52 % de esos consumidores son menores entre 12 y 17 años.
En el ámbito policial, la cantidad de droga incautada y el número de personas detenidas por microtráfico en la ciudad subió a comparación del año pasado.
Hasta la primera semana de septiembre, Antinarcóticos aprehendió 3,3 toneladas de droga que iba a ser destinada para el consumo interno.
En el mismo período durante el 2017, los agentes lograron decomisar 1,2 toneladas.
Para el coronel Edwin Noguera, jefe de la unidad en la Zona 8, el aumento de incautaciones significa que el control está dando resultados.
Sin embargo, lamenta que haya más detenidos.
“Este es un dinero de fácil alcance y por eso las organizaciones captan a personas que tienen diferentes necesidades.
La gente a veces no visibiliza el peligro que representa el aceptar estas situaciones y lamentablemente accede a transformarse en acopiador, distribuidor o consigue otras personas para que comercialicen en el mismo sector”, explica.
El oficial confirma que los parques y callejones de los barrios son los sitios preferidos por estas bandas, especialmente en donde “hay necesidades que deben ser suplidas por instituciones públicas”, como falta de iluminación, limpieza, arreglo de calles, etc.
Pero las zonas escolares también son muy atractivas para las redes de microtráfico. Por medio de la campaña ‘Mi colegio en buenas manos’, la Policía de la Zona 8, junto a la Gobernación y el Ministerio de Educación priorizaron 45 instituciones educativas, debido el alto número de denuncias relacionadas a la venta y consumo de estupefacientes dentro y fuera de los colegios.
“Fue un pedido de los rectores, porque ellos son los que conocen el entorno.
Pero también por las estadísticas que nosotros manejamos y las que tiene Salud.
Tuvo muy buena aceptación y logramos reducir la presencia de personas que se dedicaban a intentar captar a los estudiantes”, asegura Noguera.
En 2016, varias instituciones del Estado, lideradas por la Secretaría Técnica de Drogas, intervinieron en tres sectores de la ciudad: Socio Vivienda, Garay e Isla Trinitaria.
A inicios de 2017, determinaron que en el Suburbio se necesitaba ingresar con urgencia, por ser “uno de los circuitos de la Zona 8 con mayor índice de vulnerabilidad a las drogas”.
Ahora los ojos de las autoridades están puestos sobre Pascuales. Allí la policía ha decomisado más de 1 tonelada de droga para microtráfico, casi la mitad del total de la ciudad.
La mayoría de este estupefaciente encontrado y que se comercializa es marihuana, debido a su bajo costo a diferencia de la base de cocaína, heroína o incluso que la ‘h’, que es mezclada con un sinnúmero de otras sustancias para abaratar el precio de las dosis.
Ricardo Camacho, experto en seguridad, menciona que esta situación se ha generado porque el país carece de una política pública de prevención de drogas.
“Si bien la Constitución recoge que el consumo es un problema de salud pública, se creó la Secretaría Técnica de Drogas con la dirección de personas que no tenían los perfiles adecuados.
Y ahora el presidente Lenín Moreno anuló esta institución.
Es impensable que un país como Ecuador no tenga esto”, recalca.
Camacho cree que el error más grande que se puede cometer ahora es que cada institución involucrada diseñe su propia política de prevención.
“Así nunca tendremos éxito”, asegura.
Otro problema que el experto detecta es el intento de criminalización del consumidor.
“He escuchado a asambleístas que plantean eliminar la tabla de consumo.
El problema no es la tabla, no se la ha socializado bien.
Sin ella se dejaba a criterio de la policía, del fiscal o del juez la acusación de un muchacho.
Si tenía dinero era consumidor, si no, microtraficante. La droga no distingue clases”.
La solución, a criterio de Camacho, es diseñar una política pública con campañas adaptadas al pensamiento de los jóvenes, que -al menos en Guayaquil- son el mercado más grande.
“No puedes decirle no a las drogas en el siglo XXI cuando en internet te bombardean con información sobre el tema.
La intervención de barrios está bien, pero debe haber una sostenibilidad completa”.
José Marulanda, experto colombiano en seguridad y narcotráfico
“Guayaquil es punto focal para el narco”
¿Qué tanta droga está llegando a Ecuador?
La frontera colombo-ecuatoriana es una de las principales vías de salida de la producción de cocaína de Colombia.
Especialmente por el mar a través de lanchas o semisumergibles que cruzan por el Pacífico rumbo a Centroamérica.
El incremento de salida se debe a un alza en la producción, pero también a que Ecuador suspendió el control aeronaval.
¿Qué rol cumple Guayaquil en la cadena de salida de droga?
Guayaquil es el principal puerto establecido de salida de contenedores contaminados de Ecuador con cocaína.
Guayaquil es un punto focal de la salida de cocaína hacia el Pacífico y tiene los mismos problemas que Buenaventura (Colombia), pero la ciudad juega un papel muy importante en este proceso y eso es perjudicial.
¿Cómo ve la situación del narco y microtráfico en la actualidad?
Creo que este problema se le salió de las manos a los dos gobiernos anteriores y le han dejado una herencia muy complicada a los actuales… Aquí lo que hay que hacer es afinar las leyes, seguir con la fumigación de cultivos, controlar el microtráfico, decomisar y expropiar bienes y lo más importante: atacar a las finanzas del narcotráfico. CBS
Fuente: expreso.ec