A menos de un mes del balotaje, cuando los ecuatorianos elijan entre Daniel Noboa y Luisa González, la discusión sobre la dolarización ha resurgido.

Agitar el tema tiene una intención electoral, según analistas. Sin embargo, ha sido del mismo correísmo -que ahora intenta aclarar las cosas-

donde surgieron propuestas como «ecuadólares» o una «dolarización a la ecuatoriana».

 

A González le ha molestado cómo Paola Cabezas y Gissela Garzón, asambleístas de la Revolución Ciudadana (RC), plantearon en el programa

Políticamente Correcto del domingo 16 de marzo una «dolarización a la ecuatoriana«, que implicaría desincentivar el uso de moneda física

e impulsar una moneda electrónica.

 

«Creo que se enredaron en un tema que, obviamente, no dominan», señaló este martes 18 de marzo González en una entrevista con el medio digital

La Contra.

Y agregó que el dólar estadounidense seguirá siendo la moneda oficial de Ecuador en su eventual gobierno.

 

En abril de 2023, el excandidato presidencial del correísmo, Andrés Arauz, propuso algo similar con los «ecuadólares».

Dijo entonces que se trataría de «un dinero digital de banca central ecuatoriana que permita aprovechar la dolarización, pero con medios de pago

domésticos, soberanos».

 

Dólar en Ecuador: lo que debe saber sobre el decreto de Daniel Noboa:

El más reciente tropiezo del correísmo sobre la dolarización fue aprovechado por Daniel Noboa.

Este martes 18 de marzo, el presidente de la República ratificó, mediante decreto, que el dólar estadounidense

«es la unidad monetaria y único medio de pago oficial en la República del Ecuador».

 

Adicionalmente, instó a los legisladores de ADN (el movimiento político que él fundó) a proponer una reforma al artículo 303 de la Constitución.

Según el Ejecutivo, el nuevo texto debería señalar que «todas las transacciones, operaciones monetarias, financieras y sus registros contables

realizados en Ecuador se expresarán en dólares de los Estados Unidos de América».

 

Adicionalmente, plantea que el Banco Central no pueda emitir otro tipo de moneda o moneda paralela distinta al dólar estadounidese

y que tampoco pueda otorgar créditos a las instituciones del sector público.

Esto último con el fin de proteger las reservas monetarias internacionales, que a finales de 2024 se situaron en 6 900 millones de dólares.

En el proceso electoral actual, algunos políticos propusieron traer parte del dinero de esas reservas para destinarlos a educación o salud.

 

Actualmente, el artículo 303 determina funciones limitadas del Banco Central y ni siquiera cita textualmente al dólar estadounidense.

Un decreto no es suficiente:

El director del Centro de Estudios Económicos y Sociales para el Desarrollo (Cesde) de la UEES, Alberto Dahik, afirmó este miércoles en

Contacto Directo que el debate sobre la dolarización es «estéril».

Según él, la discusión no debería centrarse en incorporar al dólar en la Constitución como moneda oficial de Ecuador, sino en fortalecer

la economía del país.

Tenemos que entender que la dolarización no es un fin en sí mismo, es un medio.

Los objetivos de crecer, dar empleo, no tener inflación, tener equidad, sostenibilidad… no se consiguen porque usted esté o no dolarizado

 

Agregó que la estabilidad económica del país está en riesgo si el Estado mantiene atrasos, no puede pagar pensiones e insiste en

«subsidios irresponsables».

Cree que la discusión actual en materia económica debe girar en torno a políticas laborales y salariales, por ejemplo.

«Se ha hecho una diosa a la dolarización», acotó Dahik.

 

De su lado, la Cámara de Comercio de Guayaquil se sumó a la discusión y comparte la postura que tiene Dahik.

Reconoce que la dolarización ayudó a tener estabilidad económica, que incluir el tema en la Constitución es positivo pero «insuficiente»

y que Ecuador aún no ha aprovechado «todas las bondades de tener una moneda estable».

 

Ecuador adoptó el dólar estadounidense como moneda oficial en enero del año 2000.

Tras un tortuoso fin de milenio con el sucre, el país conseguió estabilidad de precios, financiar deudas, controlar la inflación y limitar

a los gobernantes de turno a que emitan dinero a su conveniencia. (I)

 

Fuente: evafm.net – ecuavisa.com