Guayaquileños, afectados por tres tipos de alergias
Su hijo ya tiene 8 años y siendo bebé le diagnosticaron alergia. “Nada de colorantes, gaseosas oscuras, café o chocolate”, enumera Grace Avecilla, respecto a las restricciones médicas ordenadas para su niño, al que tres veces al día aplica nebulización.
“Se le tapan los bronquios, tose y el pecho le suena como si tuviera tos”, describe.
La alergia es una reacción del sistema inmunitario, o más bien es la sensibilidad que muestran ciertas personas al polvo, pelo de mascotas, alimentos, picaduras de insectos, entre otros detonantes.
Hoy, en el curso de la denominada Semana Mundial de la Alergia, del 22 al 28 de abril, propuesto por la Organización Mundial de la Alergia, especialistas en esa patología concuerdan en que los ácaros del polvo constituyen el principal causante de alergia en Guayaquil.
Manuel Viteri, alergólogo pediatra del hospital Francisco de Ycaza Bustamante, habla de desarrollo de la enfermedad en la nariz, bronquios y piel, y señala que ello deriva en rinitis alérgica, asma bronquial y dermatitis atópica, en ese orden.
“Las alergias son enfermedades que están determinadas genéticamente, uno nace con esas características.
Lo que uno puede tratar o manejar son las consecuencias de esas características”, manifiesta.
Los ácaros del polvo están ligados al taponamiento nasal y es común la acumulación en los colchones.
Especialistas recomiendan, por ejemplo, la exposición al sol de esos elementos de descanso.
“O planchar el colchón, el calor mata los ácaros”, comenta Viteri.
Él y sus colegas, los alergólogos pediatras John Zambrano y Miguel Cedeño, concuerdan en que una persona alérgica no tiene bajas las defensas; al contrario, registra una producción anormal de anticuerpos.
“Si tiene alergia al camarón, usted tiene anticuerpos anticamarón.
Al comerlo, su cuerpo lo identifica como extraño y lo ataca, ahí se inflama uno y pasa a las ronchas”, explica Zambrano, quien atiende en el Centro Médico Cedipe y en los consultorios del hospital Roberto Gilbert y de la clínica Kennedy Samborondón.
Agrega: “En la alergia nasal, usted respira polvo y los anticuerpos liberan una reacción que lo hace estornudar, moquear, tapar la nariz”.
Cedeño, quien presta servicios en el hospital Roberto Gilbert, alerta sobre el tratamiento a corta edad para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
“Si alguien no se ha tratado el asma, puede desarrollar fibrosis en sus pulmones”, comenta.
Fuente: eluniverso.com