El café se muere a vista y paciencia de los gobiernos
“Por sus frutos los conoceréis”. El libro de Mateo -en la Biblia- habla de los falsos profetas “que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”. Los falsos profetas también llegaron a los cafetales y se reconocen hoy por los escasos frutos que se recogen cada cosecha.
En el año 2015, a dos años de finalizar una década del Gobierno de Rafael Correa, su vicepresidente Jorge Glas, prometía el oro y el moro en una de las haciendas modelo de gestión de café robusta de la provincia del Guayas. Esa finca que había invertido en investigación, pero cuando quería ofertar en los procesos de contratación de plantas, paradójicamente, estos se declaraban “desiertos”.
Glas resaltaba las “ventajas del modelo de asociatividad del proyecto y el trabajo conjunto con los gobiernos autónomos” y que “mientras unos tiran piedras, este Gobierno construye represas para que el agricultor produzca más. Pese a las adversidades, surgen las acciones fuertes y ha llegado el momento de hacer del Ecuador un país más productivo”.
Y hoy por los frutos lo reconocemos. Un año después de esa benévola declaración las exportaciones fueron de 25 mil toneladas y 148 millones de dólares y el 2018 solo 14.000 toneladas y $ 82 millones. Para esa época se gastaban ingentes recursos en el Programa de Café y Cacao, que incluían enormes y lujosos libros explicativos sobre siembras y cosechas.
En 2019 las cosas no marchan bien. Entre enero y abril el volumen de las exportaciones de café en grano e industrializado cayeron a la mitad en relación al 2017. Y en dólares pasó algo similar.
El gerente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé), Pablo Pinoargote y el gerente de la planta industrial más grande del país (El Café), Bernardo Arosemena, han resaltado que la inversión anunciada no se ha visto en el campo, y que cada año el punto se hace más crítico.
“La hasta hace poco tiempo floreciente industria cafetalera, que desde el año 2000 tuvo un constante ascenso alcanzando ventas récord de exportación por 200 millones de dólares, ha venido enfrentando una severa crisis”, recalca Askley Delgado Flor, presidente de la Industria Cafetalera Askelgado S.A.
Ecuador se ubicó en 2012 como el segundo exportador de café soluble en el mundo, superado únicamente por Brasil. El resquebrajamiento de las actividades en las plantas industriales hizo que de 1.800 plazas de trabajo que generaban directamente, se reduzcan a 800.
Se estima que el presente año existirá una notable disminución en el café soluble de exportación, por lo que bien se puede manifestar que esta actividad industrial se encuentra en franca agonía.
Las industrias productoras de café soluble en el mundo, dice Delgado, son apoyadas por sus gobiernos, para que se vuelvan competitivas, “pues entienden que además de ser grandes generadoras de empleo directo formal y calificado, son también un factor multiplicador enorme, por las grandes cantidades de suministros que diariamente requieren”. (I)
EL DETALLE
El sector. Ecuador llegó a ser el segundo productor de café soluble del mundo, después de Perú; las industrias maquilaban también café de Vietnam.
LA FRASE
En la zona de Guayas, fronteriza con Los Ríos, ya no hay café para vender a los comerciantes.
Patricio Alcívar, agricultor
Fuente: expreso.ec