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Un «casco blanco» criticó las tareas de rescate tras el terremoto en Ecuador

Un miembro del equipo humanitario argentino que estuvo en la zona del desastre señaló errores e improvisaciones y evaluó que el presidente Correa se apresuró al frenar la búsqueda de sobrevivientes.

Cuando la misión argentina de los Cascos Blancos llegó a Ecuador, el lunes 18 de abril, habían pasado dos días del terremoto de 7,8 grados que sacudió toda la zona costera y dejó al menos 659 muertos y entre 25 y 30 mil damnificados.

«El panorama en Manta era caótico. La gente estaba en un estado de desesperación y de desorientación increíbles. Nunca les había pasado algo así», relató Luis Carabelli, experto en rescates y voluntario de los Cascos Blancos Argentina.

En poco más de una semana en la zona costera más afectada por el sismo, Carabelli detectó una serie de improvisaciones por parte del gobierno que podrían haber costado aún más víctimas.

Según él, el protocolo indica que las máquinas excavadoras sólo se utilizan después de 72 horas de ocurrido el desastre, porque esas son las horas clave en las que pueden hallarse más personas con vida. «Si hay una gran cantidad de personas bajo los escombros, las máquinas no se ponen y las remociones de escombros sólo se hacen a mano».

En este caso, sin embargo, las máquinas empezaron a trabajar al día y medio del terremoto, comprometiendo las posibilidades de muchas personas que aún estaban desaparecidas y posiblemente bajo los escombros. «Creo que este hecho pudo aumentar la cantidad de muertos», agregó Carabelli.

Además, el rescatista señaló que fue prematura la decisión del presidente Rafael Correa de frenar la búsqueda de sobrevivientes. Una semana después del sismo «dio por finalizada la búsqueda e hizo que todos los grupos de rescate se retiraran del lugar. Eso no significa que efectivamente no hubiera más gente bajo los escombros: ha habido rescates después de 14 días (en otras ocasiones)», explicó.

«En casos como estos -agregó- se suelen dejar algunos grupos en zonas específicas para seguir buscando».

Otra de las críticas del integrante del grupo de asistencia humanitaria argentino que cuenta con el apoyo de las Naciones Unidas desde hace 22 años fue a cerca de la ubicación del comité de emergencia. El lujoso hotel de 5 estrellas llamado «Oro Verde» fue la locación elegida para que las máximas autoridades se encuentren y decidan los pasos a seguir en cada momento. «El hotel estaba en la franja del terremoto. Podría haber pasado algo más, una réplica por ejemplo, y hubieran muerto allí las principales cabezas: desde el vicepresidente del país hasta todas las autoridades de la zona».

FUENTE: infobae.com