Daniel Ortega encarceló al ex jefe de espionaje de su régimen
El hombre que hasta hace un par de meses controlaba la información sobre todos los nicaragüenses
estaría en la cárcel policial de El Chipote
según han informado varios medios del país centroamericano, de acuerdo a fuentes extraoficiales.
Se trata del comisionado general, ahora en retiro, Adolfo Marenco, ex subdirector de la Policía y exjefe
de Investigación Policial y de Inteligencia Política
de quien se dice era uno de las cuatro personas más poderosas de Nicaragua por la información que manejaba
su cercanía a Daniel Ortega y Rosario Murillo, y su papel en la represión política del régimen.
Las razones sobre la posible detención de Marenco aún no están claras:
Según la plataforma Confidencial, Marenco habría caído en desgracia ante los ojos de Ortega y Murillo
tras participar en actos de corrupción y negocios privados “no autorizados”.
Sin embargo, el medio maneja otras dos versiones de fuentes policiales: una es que el alto oficial policial pretendía
“fugarse” del país y la otra es que
“se negó a continuar trabajando para los Ortega-Murillo lo que irritó aún más a la pareja presidencial”.
Adolfo Joel Marenco Corea, 57 años, alcanzó el grado de Comisionado General en la Policía de Nicaragua
el segundo escalafón en la jerarquía policial, solo por debajo del de “Primer Comisionado” que le corresponde al
Director General de la Policía.
Marenco dirigía un equipo de unos 70 agentes encargados del espionaje para el régimen nicaragüense.
Monitoreaban medios de comunicación, redes sociales y comunicaciones personales.
“Todo ciudadano que es de ‘interés político’ tiene un expediente que Marenco se ha encargado de elaborar”
afirmó una fuente policial a Confidencial.
“Adolfo Marenco no solo tenía acceso a toda la información sobre cualquier persona que los medios de espionaje
modernos te permiten obtener, sino que también trabajaba a la vieja usanza, con policías encubiertos
infiltrando personas en lo que ellos consideran son organizaciones enemigas, y tejiendo una red de soplones
que lo mantenían informado sobre las personas objetivos o que delataban circunstancias sospechosas en su vecindario”
dice una fuente bajo condición de anonimato.
“Esas redes e instrumentos de espionaje siguen ahí.
No es porque Marenco esté preso que van a ser desmanteladas, porque el espionaje es esencial para la
represión política de la dictadura”, aclara la fuente. (I)
Fuente: evafm.net – infobae.com