Desde hoy, 3 de abril de 2025, quedan 10 días para las elecciones de segunda vuelta. Daniel Noboa y Luisa González se enfrentarán en las urnas con modelos diferentes.
de institucionalidad, propuestas de reformas constitucionales y legales, así como con el reto de enfrentar a grupos de oposición políticos y sociales.
Ambos candidatos se consideran de líneas ideológicas distantes, la Revolución Ciudadana se autodefine como un
«movimiento político progresista anticolonial y anticapitalista», tal como consta en el ideario de la organización política. Mientras que, Noboa dice que no cree en las
ideologías políticas, pero que si tuviera que definirse, sería de centro-izquierda.
El próximo Presidente tendrá que lidiar con una dura oposición:
Sea cual sea el resultado del próximo 13 de abril, el próximo Mandatario tendrá que gobernar un país dividido entre el anticorreísmo y el antinoboísmo.
En la Asamblea Nacional, la Revolución Ciudadana y ADN tienen una importante participación, 67 y 66 curules, respectivamente.
El analista político Santiago Basabe considera que a González le resultará insostenible cumplir con las demandas de esa organización política, lo que podría
implicar una separación al corto tiempo, provocando tensiones entre ambos grupos políticos.
Siguiendo la línea de Basabe, González no solo tendrá que enfrentar a la bancada que dirigirá Noboa, sino que también tendría que lidiar con las presiones de una parte
del movimiento indígena, que tendrán interés de posicionarse como opositores.
En el caso de Noboa, en cambio, desde el primer minuto, tendrá a Leonidas Iza en su contra, además de todo el aparataje del correísmo operando en su contra.
Sin embargo, si el actual presidente pierde, el bloque legislativo es nuevo y joven, es decir, cabe la duda de la capacidad que tendrán para permanecer cohesionado
según explica la analista Camila Ulloa.
El analista Cabrera añade que el interés permanente en las próximas elecciones podría empañar el mandato actual.
Noboa y González buscan reformar la Constitución:
En este segundo balotaje, el presidente-candidato Daniel Noboa ha reforzado la propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente para crear una nueva Constitución.
Aunque en sus declaraciones sobre el tema no especifica cuáles son los cambios que le interesa impulsar, ha dicho que la norma actual da beneficios desproporcionados
a los delincuentes, problema que ubica como uno de los causantes de la crisis de inseguridad.
En entrevista con Radio Sucesos, del 1 de abril de 2025, Noboa dijo que debe haber una reforma en la designación de autoridades, para que pase de ser una
responsabilidad del Consejo de Participación y Control Social a la Asamblea Nacional.
También dijo que debería cambiar el nombre de este último organismo a Congreso Nacional.
En cuanto a reformas electorales, considera que el método de asignación de escaños debería migrar de Webster a D’Hondt para garantizar la gobernabilidad.
En diálogo con estudiantes universitarios de la UIDE, indicó que otros objetivos de la Constituyente serán «que se respete la vida, los pueblos y nacionalidades
que se eliminen mecanismos de corrupción».
En el caso de Luisa González, en su plan de gobierno, en el capítulo relacionado con la seguridad, consta:
«No descartamos la realización de un proceso reconstituyente para re institucionalizar el País».
Entre las acciones planteadas para lograr la paz y seguridad, nuevamente, la Revolución Ciudadana promete:
«Re institucionalizar el país mediante un proceso constituyente participativo».
Sin embargo, en el pacto entre el correísmo y Pachakutik, firmado el 30 de marzo de 2025, Luisa González se comprometió a
«descartar la convocatoria a una Asamblea Constituyente que restrinja o menoscabe los derechos de la naturaleza o atente contra las conquistas sociales
de los pueblos indígenas, negros, cholos y montuvios».
En entrevista con Teleamazonas, Luisa González dijo que por ahora no es una prioridad trabajar en un nuevo proyecto de Constitución.
En cuanto a la figura del Consejo de Participación Ciudadana, la candidata no ha sido clara, sin embargo, la organización política a la que representa fue la
que creó el organismo y la que ha intentado controlarlo con nombramientos de las autoridades y, desde 2018, en la designación de los vocales por voto popular.
La institucionalidad no es prioridad para los candidatos:
El analista político Giusseppe Cabrera no ve que haya interés de proponer mecanismos que garanticen el respeto a la institucionalidad de ninguna de las
partes.
Considera que ambos candidatos han demostrado un irrespeto a la normativa.
Por ejemplo, Noboa, al no pedir licencia para hacer campaña; o González al ser parte de la organización política que impulsó la Liga Azul en el Cpccs, para influir
en la designación de autoridades.
En los planes de gobierno de ambos candidatos plantean la independencia de funciones. (I)
Fuente: evafm.net – ecuavisa.com