‘Da Dignidad’, un programa solidario de Ecuador para generar equidad
La titular del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Berenice Cordero, señaló que el programa ‘Da Dignidad’, promovido por el gobierno de Ecuador desde el año 2007, ha permitido reducir el número de personas que salen a las calles a mendigar, fundamentalmente, en esta época del año.
En entrevista con Andes, la ministra señaló que en 2016 se contabilizaron 916 ciudadanos que realizaban esta práctica, en comparación con los más de 8 mil registrados en 2010, lo cual evidencia un resultado, que va atado también a los programas gubernamentales para posibilitar la inclusión de las personas en situación de vulnerabilidad.
¿Cuál es el espíritu de esta campaña navideña que ha devenido un programa gubernamental y en qué consiste?
En el año 2007 se creó la campaña «Da Dignidad», pero ya estructurada como un programa del MIES en realidad es a partir del año 2010. Es un programa de erradicación progresiva de la mendicidad que busca trabajar, por un lado, en la búsqueda activa de las personas que están expuestas a la mendicidad y, por otro, en el acompañamiento familiar y en la contención comunitaria, por eso se trabaja por ejemplo en colonias vacacionales con los niños y en actividades de las familias a fin de contenerlas en aquellas zonas expulsoras de niños, niñas, adolescentes y especialmente adultas mayores que van a las calles o las carreteras en actividades de mendicidad.
Este programa trabaja en acompañamiento familiar, contención comunitaria, y coordinación intersectorial para promover el acceso de estas personas a los servicios sociales de la salud, educación, y de aquellos que corresponden al MIES.
Para el año 2010, el MIES había abordado a 8. 200 personas que estaban mendigando, para el año 2016 solamente identificamos a 983 personas. Es decir, ha habido una reducción importante de la mendicidad en el país y la idea es sostener justamente esta campaña para generar la corresponsabilidad pública y social, también estableciendo los puntos ‘Da dignidad’.
En el año 2016, por ejemplo, cerca de 100.000 personas han participado en actividades de sensibilización y en ese mismo año se aperturaron 203 puntos ‘Da dignidad’, con la idea de establecer centros de acopio de productos de buena calidad y en buen estado que ayuden a garantizar tanto la seguridad de las personas como su dignidad.
La idea es reemplazar el concepto de la caridad por la dignidad y generar las estrategias en estos puntos, donde se receptaron en el año 2016 cerca de 65.000 donaciones.
¿Cuánto se logró recaudar y a cuántas personas se benefició?
Están previstos los cierres (de los puntos de acopio) para próxima semana. Todavía no tenemos los datos ya específicos de las donaciones logradas en los puntos ‘Da dignidad’ pero la idea ha sido generar una corresponsabilidad, una sociedad más solidaria, y ese es el trabajo que se ha venido haciendo.
Cómo debe debería corresponder a este programa?
Este programa permanente ‘Da dignidad’ de erradicación de la mendicidad en el Ecuador procura enviar un mensaje a la sociedad de que es preciso crear una sociedad mucho más solidaria y corresponsable. Es decir, esto no es solamente un rol del Estado, los ciudadanos tenemos corresponsabilidad ya sea desde la vía tributaria, del apoyo y del voluntariado, de las aportaciones en los puntos ‘Da Dignidad’, y el acompañamiento familiar en el cuidado del adulto mayor. Hay varias fórmulas de la corresponsabilidad.
Esta no es una política pública asistencial, implica una movilización general de varios actores respecto al cuidado de estas personas que enfrentan situaciones de pobreza. Unas se dan en el ámbito privado, otras en el ámbito público, pero hay que hacer una movilización muy grande. Como ecuatorianos tenemos que estar alertas de que todavía tenemos muchas familias, adultos mayores, personas con discapacidad, niños pequeños que están en una situación de pobreza que requieren intervenciones de todo tipo.
En este caso las transferencias monetarias (Bono de Desarrollo Humano) que se atan a la corresponsabilidad de la familia; el incentivo promueve el acceso de los niños a los servicios sociales, es decir la generación de oportunidades para estas personas.
¿Qué programas de inclusión social impulsa el gobierno para encontrar soluciones de fondo a este fenómeno de la mendicidad?
Se ha reducido el número de personas que piden caridad en estas fechas festivas en calles, carreteras y en lugares públicos del país. Reitero, en 2010 se habían abordado 8. 200 personas mientras que el año pasado fueron 983.
Tenemos que identificar este año qué ha pasado con esta situación económica un poco más apretada y más difícil para las familias con menos flexibilidad para poderse adaptar a nuevos cambios en la economía. Si las clases medias tenemos dificultades para adaptarnos a estos cambios en la situación del empleo, etcétera, más aún las familias más pobres; por lo tanto, en los datos de 2017 tenemos que ver si se mantiene la tendencia de reducción o eventualmente aumentó el número de personas que están pidiendo esto que llamamos caridad o que están mendigando en las calles.
Hemos trabajado también con el Ministerio del Interior en coordinación muy activa porque también se han presentado en años anteriores situaciones de orden delictivo. La configuración de delitos de trata que es el uso de niñas, niños y adolescentes con fines de explotación laboral y de trata de personas.
Los datos todavía tenemos que revisar pero conforme a los operativos que se han realizado hemos notado que eventualmente el decrecimiento continúa.
Para eso es importante el desarrollo de otras actividades a cargo del MIES, por ejemplo, los programas Misión Ternura o Mis Mejores Años, Menos Pobreza más Desarrollo, en el marco del Plan Toda una Vida, cuyo objetivo es asegurar que los niños menores de 18 años, en particular de 0 a 5, y las personas adultas mayores en una situación de pobreza extrema reciban una transferencia económica que ayude a protegerlos y que al mismo tiempo nos ayude, en el caso de niños y jóvenes, a incorporarlos al sistema educativo y en el caso del adulto mayor a hacer acompañamiento familiar y a mejorar su capacidad de consumo, su nutrición, su salud, etcétera.
Son medidas adicionales que el Plan Toda una Vida está tomando en relación con esta estrategia nacional.
¿En cuanto al Bono de Desarrollo Humano qué cambios se plantean en su administración?
El Bono de Desarrollo Humano, esta transferencia monetaria, es una política de protección social muy legítima y ahora el planteamiento es incrementarlo de acuerdo al número de hijos, justamente para asegurar la corresponsabilidad de la familia en integrar al niño a los servicios educativos y de salud para el control de la desnutrición, etcétera. Hay toda una estrategia que estamos programando para trabajar con los municipios. También se va a trabajar en dotación de agua segura, por ejemplo, con miras a integrar varios componentes en la política pública.
El Bono tiene que ver con el acompañamiento familiar, la prestación de servicios de desarrollo infantil, la oferta de educación inicial, básica, y bachillerato, las prestaciones en salud, los controles de niños sanos, el monitoreo de nutrición, etcétera; y en el caso del adulto mayor efectivamente hay que trabajar el acompañamiento familiar y elementos que tienen que ver con su propio autocuidado y con su inserción en las actividades de salud.
yp/gc
Berenice Cordero, titular del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), de Ecuador. Foto: Micaela Ayala/Andes
Fuente: andes.info.ec