Y cuando llega el hermanito, ¿qué?
Los pros y los contras de tener un hermanito. Esta puede ser la frase que resume la idea central de esta divertida comedia de animación computarizada. Sobre la temática ya hemos visto algo parecido el año pasado cuando las protagonistas eran las cigüeñas que traían bebés. Ahora estas aves no aparecen, pero sí una corporación que se encarga de distribuir los bebés por el mundo entero. Algo raro está ocurriendo con las familias y no beneficia para nada a los bebés; para eso desarrollan un plan que irá bien hasta cierto punto, pues luego las complicaciones aparecerán, así como los enredos más desopilantes.
El niño mayor, Tim, está en la edad en que la imaginación crea todas las situaciones para que el juego sea de lo más excitante y él sea siempre el protagonista de sus propias aventuras. Pero cuando se encuentra con que la realidad supera a sus ficciones tendrá que tomar una decisión en la que no hay vuelta atrás.
El otro protagonista, el bebé que habla, también tiene sus predicamentos, aunque de otra laya. Su rara condición de recién nacido parlante, además de su inteligencia de adulto, lo llevan a situarse en el mundo como alguien totalmente extraño y que tiene que asumir un papel que no le gusta.
A diferencia de películas similares, donde niños y sus familias son el centro del argumento, esta presenta a una familia mononuclear con mamá y papá. Ahora bien, esta familia no es para nada “normal”, sino que tiene sus disfuncionalidades como cualquier otra, incluso más profundas que cualquiera.
Aunque se haya pretendido ser muy originales, lo que resulta es una historia extremadamente traída de los pelos, y que, de todos modos, cae en varias situaciones ya muy conocidas en el género. Como comedia funciona muy bien, y siempre tiene los momentos de ternura a los que nos tiene acostumbrados la narrativa de los estudios norteamericanos. Para reír en familia es una producción más que recomendable.
Fuente: ultimahora.com
Eddie Vinueza