Los líderes de las 20 principales economías del planeta iniciaron este sábado en Roma su primera cumbre presencial desde la aparición del coronavirus
bajo la presión de enviar una señal fuerte contra el calentamiento global en vísperas de la COP26 de Glasgow.
“Todavía tenemos tiempo para volver a encarrilar las cosas y esta reunión del G20 es una oportunidad”
dijo en la víspera el secretario general de la ONU, António Guterres, al alertar del “grave riesgo” de un fracaso en la conferencia celebrada en Escocia.
El clima protagoniza la agenda de la cumbre del G20, prevista hasta el domingo en la Ciudad Eterna, que también abordará la lucha contra el covid-19
y contará con encuentros paralelos de interés, como la de los líderes de Argentina y del Fondo Monetario Internacional.
En la previa del encuentro, se registró una protesta de personas que cortaron la calle en los alrededores del Ministerio para la Transición Ecológica
y fueron desalojados por los carabineros. Tanto sindicatos locales, como grupos de extrema izquierda
y la agrupación Fridays for Future habían convocado a diversas manifestaciones, por lo que el gobierno italiano
desplegó 5.000 miembros de las fuerzas del orden.
A lo largo de las jornadas de actividades, y en plena renegociación de su deuda, el presidente argentino, Alberto Fernández
mantendrá una reunión con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva
tras conversar con los dirigentes de Alemania, España y de las instituciones de la Unión Europea (UE).
“Si todavía no cerramos un acuerdo [con el FMI] es porque no nos vamos a arrodillar”, dijo el miércoles Fernández
quien, junto al brasileño Jair Bolsonaro, serán
los únicos mandatarios de América Latina presentes en Roma ante la ausencia del mexicano Andrés Manuel López Obrador. (I)
Fuente: evafm,net