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Caso Byron Castillo Tribunal confirma que es colombiano

Luego de más de un año de batallas legales, el Caso Byron Castillo habría llegado a su final.

Este viernes, la prensa chilena, informó que la Federación de ese país ganó la demanda:

 

el Tribunal Federal Suizo ratificó la quita de puntos para La Tri para estas Eliminatorias 

y la multa económica por la mala inclusión del lateral que actualmente juega en el

Pachuca de México.

 

«No hay más recurso. Ahora, dentro del mundo del fútbol, Byron es colombiano y su

registro fraudulento como ecuatoriano fue reconocido por el máximo organismo

deportivo, el TAS y por el máximo órgano judicial de Suiza, el Tribunal Federal”

dijo Eduardo Carlezzo, abogado de la Federación Chilena de Fútbol (FFCh).

 

«La selección ecuatoriana está definitivamente castigada con la pérdida de tres puntos en la tabla

de clasificación para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026, debido a la utilización

de documentos falsos”, agregó el letrado.

 

Siendo sinceros, se podía intuir este desenlace porque ni el Tribunal suizo de apelación ni la prensa

ni nadie recibió las pruebas que todos queremos ver: el álbum familiar de Byron Castillo.

 

Demostrar el pasado vital del jugador era clave y no se pudo.

También era difícil ganar este caso, no por al eficacia de los abogados de Chile, sino porque la investigación

que lo decidió todo se hizo en Ecuador, por ecuatorianos.

 

Nuestra propia indagación, pero sobre todo nuestro propio pasado con los ‘niños con bigote’, nos condenaba.

 

¿Que resta? Consumados los hechos, hay que lavar la cara.

 

Primero, todos los involucrados en la documentación de Castillo deben explicar cómo lograron que un juez

dictamine que el jugador nació en Ecuador.

 

Eso fue como dictaminar que el sol es verde y bajar el martillo.

 

Luego, habría que ofrecer disculpas a Chile.

Este pleito enfrentó a dos pueblos tradicionalmente unidos, pero es hora de extender la mano.

Finalmente, Byron Castillo debe mostrar su álbum familiar para que le creamos o, caso contrario, confesar que

sostuvo una mentira.

 

Claro que esto último le costará una sanción, que siempre fue lo que debió pasar.

 

Si hubiera reconocido la culpa hace años, ciertamente lo habrían suspendido, pero habría regresado rápidamente

al juego con un historial limpio.

Hubiera ido al Mundial de 2022 y se habría ahorrado todo este infierno que aún debe vivir. (D)

 

Fuente: evafm.net