Carlos Vera: de trabajar como auditor a pelear en la UFC
De sangre manabita, pero con un leve acento norteamericano.
Sonriente y relajado, así se ve Carlos Vera antes de una entrevista con PRIMICIAS.
El artista marcial mixto es oriundo de Manta, pero reside en Estados Unidos hace desde 33 años.
El ecuatoriano y su familia migraron cuando él tenía apenas tres años. »
Mi abuelito tenía una sastrería y poco a poco trajo a varios de sus hijos.
Mi madre, mi padre y yo fuimos cuando yo tenía unos tres o cuatro años».
Se instalaron en el estado de Louisiana.
La familia Vera dejó la comida y la convivencia que tenía en el mercado de Manta, para instalarse
con sus seres más cercanos en Nueva Orleans.
A pesar de haber ido a vivir a un país en donde todo era nuevo, Carlos Vera recuerda que su familia
se mantenía como una pequeña comunidad ecuatoriana en el extranjero.
«Mi abuela hacía sus bolas de plátano y mi abuelo escuchaba sus novelas en la mañana.
Siempre teníamos atún y queso ecuatoriano.
De vez en cuando cocinábamos ceviche y si teníamos maní hacíamos corviche.
Uno se cría ecuatoriano».
Poco a poco fue adaptándose a su nuevo hogar, a la cultura norteamericana y aprendió el inglés
hasta dominarlo.
Le costó al inicio, pero fue un niño que aprendió rápido.
Y mientras su nueva vida empezaba, su amor y pasión por el deporte de contacto también.
A los cuatro años, Carlos Vera empezó a entrenar taekwondo, el arte marcial de origen coreano
a los 19 años se inclinó por la capoeira y a los 23 años hizo jiu-jitsu.
Cada disciplina le sirvió para tomar una pelea amateur para ver cómo le iba.
Y ganó. Por lo que decidió dedicarse de lleno a las artes marciales mixtas (MMA).
«Me obsesioné. Entrenaba sin parar y decidí que algún día esa iba a ser mi carrera».
Carlos Vera, peleador ecuatoriano.
Del terno y corbata a los guantes
El camino no fue tan sencillo. Carlos Vera estudió para ser auditor en la Universidad de Loyola
en el estado de Louisiana (Estados Unidos) y las MMA eran solo un pasatiempo.
Él trabajaba en una empresa especializada en auditoría.
Varios años más tarde cambió de empleo.
«Era un banquero de negocios y tenía mi licencia de inversiones».
«Esa era mi carrera antes.
Me levantaba, me ponía mi corbata y me iba al trabajo, pero en la mañana entrenaba.
En el almuerzo entrenaba de nuevo y regresaba un poco sudado, seguía trabajando
y a las seis volvía a entrenar».
El deporte no fue nunca algo nuevo para Carlos Vera. Siempre fue su vida, como él mismo lo dice.
Solo que antes su prioridad era trabajar en lo que había estudiado.
Pero lo dejó a un lado y ahora se dedica únicamente a las MMA.
Incluso siente que es más sencillo destinar todo su tiempo a los entrenamientos, a mejorar sus
técnicas y estudiar de lleno otras disciplinas de contacto.
Es por eso que hace seis años se trasladó de Nueva Orleans a Washington D.C. para mejorar en
lucha libre, jiu-jitsu y judo pues se caracteriza más por ser un ‘striker’ (que pelea más de pie).
Y en la academia de Fifty/50 Martial Arts Academy encontró el lugar perfecto perfeccionar sus
puntos débiles dentro de la lona.
«Aquí son reconocidos justamente por eso.
Me mudé a aquí (Washington) y no he parado de entrenar y es por eso he mejorado tanto.
Es la disciplina y el trabajo constante».
The Ultimate Fighter
Ese sacrificio se vio reflejado en The Ultimate Fighter (TUF), el reality show Ultimate Fighting Championship (UFC)
al que fue invitado el ecuatoriano.
Carlos Vera había firmado con Fury FC, una liga menor dentro las MMA.
Ganó cuatro peleas seguidas e iba por el título.
«Me estaba preparando y justamente me llamaron en diciembre del año pasado para decirme ‘Carlos, pilas que pensamos
que te podemos seleccionar para este programa (TUF)’.
Me pidieron que esté listo y así comenzó el proceso».
El peleador de 36 años fue seleccionado en este 2023 para ir a Las Vegas, pasó una serie de pruebas y se convirtió en uno
de los 16 clasificados, entre más de 40, para la edición 31 del TUF.
Allí, Carlos Vera hizo parte del equipo de Conor McGregor, el exdoble campeón de la UFC (peso ligero y peso welter) y uno
de los máximos referentes en las MMA.
«Este The Ultimate Fighter fue especial por Conor McGregor»
Carlos Vera, peleador ecuatoriano.
Trabajar con el irlandés fue un sueño cumplido para el tricolor.
Cuando lo eligió para ser parte del equipo, el ecuatoriano se emocionó mucho.
Estaba feliz «porque esto no le pasa a cualquiera».
El artista marcial mixto se enfocó en aprovechar esa oportunidad a futuro.
Y la consiguió, pues se comunicó bastante con Conor, con sus entrenadores John Kavanagh y Owen Roddye hicieron
buenas conexiones.
«Con eso, ellos me han invitado ya varias veces para ir a Irlanda y desde entonces he hecho su equipo parte de mi equipo.
Me voy a preparar para mis pelear allá», confiesa.
UFC, el nuevo reto
A inicios de diciembre, Carlos Vera recibió el llamado para ser parte de la mayor empresa de artes marciales de mundo:
la UFC. Iba a pelear el sábado 9 de este mismo mes.
Su debut iba a ser casi inmediato, pero un problema con el visado de su oponente, el peruano Daniel Marcos, paralizó todo.
El ecuatoriano tendrá que esperar para subirse a la lona, aunque le confesó a PRIMICIAS que le han pedido estar listo para
principios de 2024.
Pues podría pelear en las 135 libras (peso gallo).
«Y eso es lo que voy a hacer.
Voy a mantenerme en forma y listo; lo cual significa que no voy a comer mucho en navidad ni tomar cervecita»
dijo bromeando.
Y a pesar de que ya firmó un contrato de cuatro combates con la UFC, Carlos Vera aún asegura que desde el día que pelee
empezará a ser parte de la empresa.
Convertirse en el tercer ecuatoriano en la UFC lo llena de orgullo y le da mucha ilusión.
«Esta ha sido mi motivación.
Cuando veo a ‘Chito’ (Vera) y a Michael Morales, que lo han hecho, sé que también lo puedo hacer».
Y es que su esfuerzo, dedicación y disciplina también lo llevaron hacia la UFC.
«Sé cuáles son mis metas y seré el mejor peleador que pueda ser.
Y esta ha sido una de mis metas de chiquito: poder representar a Ecuador».
Carlos Vera espera con ansias la nueva fecha para su primera pelea en la UFC.
Mientras tanto, entrena arduamente y estudia para aprender francés, su cuarto idioma; pues ya domina el español
(su idioma nativo), el inglés (su segundo idioma) y el portugués. (D)
Fuente: evfm.net – primicas.ec