Ya no es la jovencita de Nickelodeon que se hizo famosa con el personaje de Cat Valentine.

En realidad, Ariana ya era Grande cuando demostró que podía ser tan buena cantante como

Whitney Houston, Mariah Carey y Christina Aguilera.

 

Y mientras desmiente que no abrirá la ceremonia cantando algunas de las rolas de Wicked (que ni siquiera están nominadas) genera todavía

más expectativas sobre la segunda parte que recién vendrá el año próximo.

Y en nuestra entrevista, a unas cuadras de Beverly Hills, con los fans haciendo guardia en la puerta para saludarla de lejos desafiando a los

guardaespaldas para saludar más de cerca a las admiradoras adolescentes que le gritan “¡Te amo!”

demuestra la gran humildad que le falta al personaje de Glinda, en el cine.

 

¿Cómo reaccionaste cuando te ofrecieron el rol de Glinda?

Toda la experiencia que viví con Wicked es muy difícil de describir con palabras, porque yo tenía 10 años cuando vi por primera vez el musical

en Broadway.

Y me acuerdo todo, porque desde aquel momento soñé con interpretar a Glinda algún día.

 

¿Qué pensaste cuando te llamaron? ¿Imaginaste algún cambio en particular para Glinda, después de soñar con este rol durante

20 años?

Antes de empezar con el rodaje en Londres, incluso antes de abrir las primeras páginas del guion, traté de imaginarla de conocerla lo más

que pude incluso viendo entrelíneas la versión de Broadway.

La comedia no es para nada fácil, no funciona cuando esperas ser graciosa o buscas alguna risa.

Ella es graciosa cuando esconde una verdad.

Y por eso quise conocer a Glinda en todos los aspectos, en sus inseguridades y miedos, para asegurarme que todo eso podía quedarse

conmigo por debajo de la superficie, tratando que por debajo de su gracia también suenen los latidos del

corazón.

 

¿Qué opinas de la dirección de Jon M. Chu que ganó el Premio Critics Choice como Mejor director, pero no fue

nominado al Oscar?

Lo que más me gusta de un director como Jon es la confianza que compartimos y la calidez que nos trajo al estudio.

No creo que hubiéramos conseguido las 10 nominaciones al Oscar sin él.

Es muy meticuloso en todo lo que planea. Llegaba con su versión, pero a la hora de trabajar nos daba la libertad para que

hiciéramos lo que queríamos.

Por ahí pasa el factor extra que  se ve en el cine.

Y es lo más divertido del mundo, porque nos permitió convertirnos realmente en nuestros personajes.

 

¿Esperaban conseguir tantas nominaciones?

Realmente es todo muy surrealista. No sé ni cómo articular mi gratitud.

Es realmente extraordinario.

Nosotros amamos todo lo que hicimos y ver que se recibe como se está recibiendo.

Es difícil de expresar y algo muy poderoso. No paro de lagrimear cuando anuncian algún premio.

Es realmente especial todo el amor que recibimos, incluyendo los fans aprendiendo de memoria las coreografías en la

cocina de sus casas.

Al mejor estilo de Hollywood, el súper musical recorre la historia previa del Mago de Oz.

Cynthia Erivo interpreta a la bruja Elphaba y Ariana Grande es la eterna compañera Glinda.

Explicando el color verde desde el nacimiento como la gran causa de haber sido rechazada tanto por la sociedad, muestran

la bienvenida por el gran Mago de Oz, quien pretende conseguir los mágicos poderes que no tiene.

Y con toda clase de vueltas entre el pasado y el presente de la historia, la música no deja de ser la gran protagonista, con

canciones populares y una cantante enorme como Ariana.

 

¿Cómo viviste el primer día de rodaje?

Tenía pánico, porque escuché la canción antes de filmar la escena. Intentamos improvisar algo y no dejaba de preguntarme

“¿Qué estoy haciendo?”. De verdad, me sentía como en algún lugar del arcoíris.

¿Las canciones las habían grabado antes de filmar?

Eso parece, pero no. Todo lo cantamos en vivo y filmando. Se ve como una grabación profesional y es porque Cynthia tenía

un micrófono en el sombrero, yo tenía otro en mi blusa, había micrófonos encima nuestro y alrededor nuestro.

Parecía un estudio de grabación escondido adentro de uno de cine.

Yo también me preparé bastante, con un coach, para extender el rango de mi voz como una soprano, en otro tono del que

usualmente suelo cantar.

¿Y las coreografías?

La verdad, no quisimos ensayar demasiado las coreografías de baile. Creo que las ensayamos una o dos veces nada más.

Incluso tratamos de olvidarnos cómo las hacíamos, porque hubo bastante tiempo en el medio de los ensayos y el rodaje

para sentir también la vulnerabilidad el día de la filmación.

De verdad, yo no quise aprender demasiado los pasos a la perfección, porque quise que Glinda se sintiera incómoda

y con el mismo miedo que cualquier ser humano.

El miedo de mi personaje realmente pasa por todo lo que le pasa a Elphaba, por ser tan juzgada, por no ser querida ni ser

para nada popular como ella.

Jon, el director, suele resaltar como Wicked debate sobre la decisión de Glinda al final, cuando tiene que preocuparse por

otra persona, por primera vez, el momento de empatía donde te dan ganas de estar en los zapatos de esa otra persona

cuando dejamos de pensar solamente en nosotros.

Fue un momento muy especial, por todo el trabajo que hubo detrás de las cámaras, para preservar la actuación de

Cynthia Erivo, en una escena que duró 10 minutos, sin ningún corte.

 

¿Hablamos de ese gran momento en que dejas ir a la bruja Elphaba para desafiar la gravedad, con su escoba

en vez de insistir que se quede con la maldad del Mago de Oz?

Es bastante poderoso. Y uno en el que mi personaje tiene que aceptar la decisión de esta mujer, aunque yo no esté de acuerdo.

Es el mejor ejemplo de un amor incondicional.

Es obvio que las dos somos totalmente diferentes, pero sin arruinar el final de lo

que pasa, se entiende por qué toma esa decisión. Las dos saben que puede llegar a ser la última vez que se ven, sabiendo

que son realmente amigas en el momento más aterrador de sus vidas.

Es un momento muy complicado. Hay quienes preguntan qué hubiera pasado si Glinda la hubiera convencido que se quedara.

¿Qué hubiera pasado si se hubiera quedado, para cambiar Oz desde adentro, juntas?

Pero lo cierto es que Elphaba jamás se hubiera quedado con los villanos.

Y a cualquiera le gustaría ser tan valiente como ella.

 

¿Los momentos más memorables que nunca te vas a olvidar del rodaje de esta primera parte?

Los secretos, las conversaciones privadas que tuvimos en el estudio de Munchkinland, en medio de la lluvia, los días que no podíamos filmar.

Las conversaciones que tuvimos sobre las diferentes escenas que ninguno de nosotros podía revelar fuera del estudio.

Son las charlas que todavía guardo en mi corazón. Pero nada se compara con el momento de haber visto el producto final de todo el trabajo

como cobró vida en una pantalla, traduciendo los mejores momentos en el cine, la forma que la gente lo está recibiendo.

Son momentos muy dulces y muy especiales que valen la pena compartir con todos.

 

¿Qué podemos saber del próximo capítulo?

No veo la hora de poder sentarme a hablar y contar todo lo que pasa en la segunda parte de Wicked.

Pero puedo decirte que vamos a ver mucho más sobre Glinda, explorándola profundamente.

Va a ser increíble. Te lo aseguro.

Wicked ha recaudado una taquilla global de 723.4 millones de dólares. (E)

 

Fuente: evafm.net