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Al Pacino Subí de peso sin darme cuenta

Con 9 nominaciones, Al Pacino es uno de los actores con más postulaciones al Oscar.

Ganó en 1993 por Perfume de mujer, ahora vuelve a tener una nueva oportunidad como

Mejor Actor de Reparto gracias a La casa Gucci. 

Sin lugar a dudas Pacino sigue siendo Pacino.

 

Era muy jovencito cuando mi madre solía llevarme al cine.

Me acuerdo que había visto The Lost Weekend.

Nunca me voy a olvidar por algo que puede sonar muy autobiográfico.

Cuando volví a casa, estaba mi padre que veía muy poco.

Y cuando me preguntó que había hecho, le conté que había visto The Lost Weekend, que le podía mostrar la mejor escena.

Yo debía tener 6 años y me paré (a actuar) con la misma mirada intensa, totalmente concentrado.

Y todos empezaron a reírse. Yo no entendía por qué se reían, porque ésa fue siempre la misma seriedad con que tomé la actuación.”

 

En su reciente cinta, La casa Gucci, se ha hablado del trabajo para aumentar de peso.

Ni siquiera sé cómo decido aumentar de peso.

Estaba en Los Angeles, en medio de la pandemia y me la pasé comiendo pan.

Lo recomiendo para quienes quieran hacer ejercicio después”.

Este aumento de peso lo aprovechó para darle forma a su personaje.

 

Hoy ya adelgacé bastante, aunque demasiado tarde.

Pero meterme en el vestuario todos los días era mi mejor ejercicio.

No me entraba nada.

Llegué a necesitar hasta tres personas y entre 30 y 45 minutos para ponerme los pantalones.

Incluso tenía sogas atadas para poder entrar por la cintura.

Era algo que tuve que repetir una y otra vez.

 

El vestuario es lo que crea cualquier personaje, de ahí  surge el ser humano.

Dicen que Michelangelo dijo algo así como un pequeño poema cuando estaba trabajando en la Capilla Sixtina.

Dijo ‘Señor, libérame de mí’. Y es lo que todos los actores tratamos de hacer, para expresarnos.”

 

Pocos lo saben, pero Robert De Niro había sido originalmente elegido para interpretar el rol del hermano de

Al Pacino en La Casa Gucci pero lo rechazó y luego fue elegido Jeremy Irons.

Hubieran traído los mejores recuerdos de los clásicos de El Padrino o más reciente de El irlandés.

Incluso Martin Scorsese estuvo a punto de ser también el director de La casa Gucci, hasta que finalmente aceptó Ridley Scott.

 

Ni te imaginas cómo me sorprendí la primera vez que lo vi caracterizado, se paró al lado mío

hablando con acento italiano, llamándome ‘papa’.

Yo me preguntaba ¿quién es? Y cuando supe que era Jared no lo podía creer.

El elenco  que tuvimos fue extraordinario.”

 

Fue tan, pero tan fácil trabajar con Jeremy, no sólo por ser buen actor, ya habíamos trabajado juntos antes

y lo sentí como un viejo matrimonio.

Con Ridley Scott, solo conocía su trabajo como director y se volvió  otra inspiración para mí.

Es curioso, pero con Martin Scorsese tampoco había trabajado antes de hacerlo en El irlandés.

Los dos se mantuvieron alejados de mí por medio siglo (risas). Amo a Ridley.

 

Siento que tuve suerte de haber durado estos últimos años para poder trabajar con semejantes directores.

Cuando los conoces te das cuenta que es la gran clave.

Si cuentas con un buen director, se tienen las mejores oportunidades.

Y yo tuve a Scorsese, tuve a Quentin Tarantino y ahora, pude tener a Ridley.

Debo aceptar que tengo mucha suerte.”

 

Confiesa que ha buscado aprender de Ridley Scott, Martin Scorsese, Quentin Tarantino

y Francis Ford Coppola.

 

Son grandes directores, pero te cuento la primera escena con Ridley Scott.

Lo primero que me dijo fue ‘No digas las primeras líneas al principio, mejor agrégalas en el medio’.

¿Te imaginas? Fue como si me hablaran en jeroglíficos (riendo).

No sabía que decir, necesité ayuda.

Me quedó grabado… y traté de confirmarlo en lo que pude.

Así es él. Y cuando lo hice, me di cuenta que tenía razón.

Todas sus sugerencias encajan a la perfección.

Todos tienen algo especial, por eso somos grandes”, finalizó. (I)

 

Fuente: evafm.net