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A corto plazo producción petrolera seguirá estancada

Ecuador cerró 2022 con una producción petrolera estancada y en 2023 no habrá una mejora, a menos que Petroecuador

consiga las licencias ambientales para ampliar la producción del campo Ishpingo, que es parte del bloque 43-ITT.

Lo reconoce el ministro de Energía, Fernando Santos Alvite, quien añade que otro límite es la reducción del presupuesto

de la petrolera estatal Petroecuador.

Los problemas del sector petrolero ecuatoriano “se arrastran desde hace años y no se van a resolver tan rápidamente.

Vamos a seguir con una producción estancada”, dice Santos.

Y añade que “más producción va a costar un gran esfuerzo, para atraer a compañías de calidad y para abrir la zona del Suroriente”.

Explotar los bloques petroleros del Suroriente de la Amazonía, en la frontera con Perú, es un propósito largamente aplazado

desde 2013, cuando Ecuador lanzó sin éxito la primera ronda de licitación de esos yacimientos.

 

La producción petrolera de Ecuador fue de 480.299 barriles diarios en 2022

según la Agencia de Regulación y Control de la Energía y Recursos Naturales No Renovables.

Ese volumen es apenas un 1,5% mayor comparado con la producción de 2021 y apenas supera a la de 2019.

¿Cuál es el escenario para el sector petrolero en 2023?

Petroecuador enfrenta varios retos.

El primero es una reducción presupuestaria desde el Ministerio de Finanzas, lo que limitará sus actividades.

La empresa pidió un presupuesto de USD 5.721 millones, pero Finanzas aprobó USD 4.500 millones.

Además, Petroecuador ha heredado un sistema eléctrico obsoleto y poco confiable.

Y el problema más grave es que hay dificultades con el campo Ishpingo, que es parte del bloque 43-ITT.

Del bloque 43-ITT, Ishpingo es el campo que mayores reservas tiene.

Por lo tanto, había expectativa de aumentar su producción, pero existen obstáculos.

¿Cuáles son esos obstáculos?

Uno de ellos es el permiso ambiental para instalar cuatro plataformas más en la zona de amortiguamiento del

Parque Nacional Yasuní.

En segundo lugar, Petroecuador ha encontrado crudo extrapesado (menos de 10 grados API) y no tiene experiencia

para manejarlo.

Si se consiguen las licencias ambientales en la zona de amortiguamiento, la producción subirá 30.000 barriles diarios.

Eso elevaría la producción del país a 520.000 barriles diarios.

¿Qué tan factible es conseguir estas licencias, considerando que en mayo de 2021 la Corte Constitucional

prohibió la extracción petrolera en la zona de amortigua?

 

El fallo de la Corte Constitucional no es muy claro. La zona de amortiguamiento está lejos de la zona intangible.

El tema está en manos del Ministerio de Ambiente.

El Ministerio de Energía ha planteado un plan de perforación horizontal que minimiza el impacto ambiental.

Además, cabe un diálogo sincero en el país sobre la verdad del Yasuní.

Se han instalado cámaras literalmente cada dos árboles en el Parque Nacional Yasuní y nunca se ha visto un nativo

no contactado, no aparecen en esa zona.

Puede ser un mito, una tradición que no concuerda con la realidad y que nos está limitando.

Petroecuador ha hecho un buen trabajo, hasta ahora ha habido ningún derrame o daño ambiental en el Yasuní.

No podemos dejar al campo Ishpingo sin producir, el país necesita ese petróleo.

Si lo dejamos bajo tierra, estaríamos cometiendo un error. (I)

Fuente. evafm.net