El país sabía de incautaciones de droga, detención de miembros de bandas relacionadas con cárteles internacionales y casos de policías, militares.
o alcaldes involucrados.
Pero casos como Metástasis y la Mafia Albanesa destaparon la infiltración del narcotráfico en las más altas esferas de la política y la justicia.
Jueces de la Corte Nacional, de la Corte Provincial de Guayas, fiscales, oficiales de la policía, militares, un asambleísta, el jefe del servicio
penitenciario, empresarios, periodistas y más se han visto involucrados con redes criminales.
Las causas:
Ecuador tiene instituciones débiles, no hay una real separación de poderes y los entes de control han sido funcionales, en muchos casos, a los
poderes políticos de turno.
Similar situación ocurre con la justicia, lo que ha generado un ambiente de impunidad que favorece el desarrollo del crimen organizado.
La dolarización es una ventaja para el lavado de dinero, cuyo control en los circuitos financieros y empresariales es débil.
No hay cifras oficiales sobre ese monto y las estimaciones oscilan entre dos mil y cuatro mil millones por año.
El asesinato de candidatos y autoridades elegidas ha abonado a que se use el término narcoestado para hablar de Ecuador.
Solo en la elecciones anticipadas de 2023 hubo 8 atentados y 7 asesinatos, entre ellos, el candidato a la presidencia de la República
Fernando Villavicencio, y el alcalde de Manta, Agustín Intriago.
Los parches:
Hasta ahora no ha habido conciencia en el país de la capacidad destructiva del narcotráfico para las instituciones y la sociedad.
Las soluciones han sido parciales y coyunturales. Por ende, ineficaces. Ha habido intentos de respuesta en el Consejo de Seguridad
del Estado o comités de seguridades.
Pero se han diluido y cada institución va por su lado.
El Ejecutivo ha creado secretarías anticorrupción o ha decretado estados excepción la justicia, unidades especiales contra el crimen
la Asamblea, leyes antilavado.
La salida:
Según los expertos, el primer paso es entender el problema, analizar lo que han hecho otros Estados ante el mismo flagelo y a partir
de ahí producir una política de Estado que se mantenga en el tiempo, más allá de los gobiernos.
Esto incluye autodepuración a todo nivel, protección de jueces y fiscales, control lavado y un sistema de inteligencia integral.
La campaña:
Si Ecuador aún no es un narcoestado va por ese camino. Cambiar el rumbo es una tarea urgente para el próximo Presidente.
En sus planes de gobierno, los 16 candidatos mencionan la lucha contra el crimen y el narcotráfico.
Algunos proponen una estrategia nacional de seguridad, programas de prevención y reformas constitucionales.
Ninguno profundiza ni establece un plan estructural de Estado. (I)
Fuente: evafm.net – ecuavisa.com