Al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, como buen brasileño
le gusta mucho el fútbol.
Ese deporte, que mueve multitudes, también suele ser útil para que políticos o funcionarios internacionales
lo utilicen en metáforas para explicar de manera simple cuestiones que a veces pueden ser muy complejas.
Goldfajn pone el foco en el desarrollo de nuevos instrumentos financieros adaptados a la realidad
de la región, que debe atender altos niveles de deuda y demandas sociales.
Según estimaciones del BID, alcanzar las metas climáticas en América Latina requerirá reorientar inversiones
anuales de entre el 7% y 19% del PIB regional.
Por eso el organismo cree que los nuevos instrumentos financieros serán clave para conseguir esa
transformación y entre las iniciativas novedosas que analiza el banco
Goldfajn destacó la posibilidad de realizar préstamos en los que los países tendrían un descuento si cumplen
con los objetivos medioambientales.
“Si un país, en nuestros préstamos, llega a una meta que es más ambiciosa, le reduciríamos
el costo” explicó.
También el BID está trabajando en instrumentos de canjes de deuda, por préstamos que tengan objetivos
climáticos y destacó cómo el organismo también puede impulsar a los países a que lleguen a las metas.
Puso como ejemplo positivo el bono vinculado a sostenibilidad emitido por Uruguay, al que el BID brindó
asistencia técnica.
La emisión atrajo a 188 inversores de todo el mundo.
Otro de los pasos en los que avanza el BID para darles más impulso a sus acciones son acuerdos con otros
organismos multilaterales.
Al ya anunciado con el Banco Mundial, para trabajar en tres temas concretos, Goldfajn anunció otras
negociaciones.
“Tenemos que juntar esfuerzos porque no tenemos más tiempo, estamos en el segundo
tiempo y necesitamos jugar todos juntos”, dijo el presidente del BID.
—Estamos en el entretiempo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el resultado
es malo.
¿Qué puede hacer la región para dar vuelta ese partido?
—Estamos en este partido, pero este partido no ha terminado.
Y algunos técnicos cambiaron.
Los equipos están cambiando.
Nada contra los equipos anteriores, no creo que la partida esté mal.
Sí te aseguro que el segundo tiempo va a ser bien interesante.
Vamos a tener mucha energía, los jugadores van a correr más rápido y los resultados los vamos a ver al final.
—Los organismos multilaterales de desarrollo están hablando de nuevos instrumentos
financieros.
¿De qué se tratan y por qué son importantes para cumplir con los ODS?
—En un mundo que necesita cada vez más financiamiento, elevar el nivel del financiamiento requiere
instrumentos financieros nuevos y los estamos trabajando.
Como los swaps (una permuta financiera), es algo están cada vez más interesados.
Acabo de salir de una bilateral con un país del Caribe que hablamos de un swap.
O sea, cambiar la deuda, que es muy alta y que reclama mucho, con un objetivo climático en el caso del
Caribe, de adaptación y de resiliencia.
También hay que empezar a usar los instrumentos para incentivar a que los países lleguen a las metas.
Por ejemplo en Uruguay, si llega a la meta el título que emitieron se a va reducir, o sea, va a tener lo que
llaman un “step down”. El costo va a ser menor.
—Ese es un instrumento bastante novedoso que Uruguay aplicó con apoyo técnico del BID
Si llega a la meta ambiental va a tener que pagar menos. ¿Es replicable en en otros países?
—Si, yo creo que sí.
Llevó mucho tiempo la asistencia técnica en Uruguay para montarlo, para diseñar cuáles son los indicadores
comunes.
Pero cada vez los países tienen más indicadores.
Tienes el ejemplo de Uruguay y esas cosas se pueden replicar, los indicadores pueden ser muy parecidos.
Es un know how, que vas aprendiendo cómo hacerlo.
Nosotros también estamos aprendiendo. Entonces estamos hablando para que nuestros préstamos tengan un
“step down”.
Es algo en lo que estamos trabajando. Si un país, en nuestros préstamos, llega a una meta que es más ambiciosa
le reduciríamos el costo.
—Ahí la discusión es quién paga esa diferencia.
—Tiene que ser financiamiento concesional. Tiene que salir de gobiernos o de nosotros, del sector público
(del BID).
—En Naciones Unidas muchos líderes, incluso el secretario general, hablaba este lunes de
la necesidad de modificar la estructura financiera para llegar a resultados.
¿Usted cree que el BID tiene que hacer cambios internos?
—Los estamos haciendo.
Estamos cambiando los instrumentos.
Estamos en una estrategia institucional para que nos diga cómo vamos a hacer reformas usando los
nuevos instrumentos.
Cómo vamos a pensar en los nuevos instrumentos de préstamo y estamos mirando las estrategias con
los países.
—Uno de los planteos que hacen los países es la necesidad de lograr préstamos de
largo plazo, préstamos
de 30 a 40 años. ¿Eso es viable? ¿Ve posible avanzar en mecanismos de ese estilo?
—El Fondo Monetario (FMI) con su RSF (Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad, por su siglas en inglés)
el nuevo programa con el que nosotros estamos trabajando juntos en varios países como
Barbados, Jamaica y en Costa Rica implica préstamos en los que el primer pago es en 12 años.
Son bien largos.
—Más allá de estos países, ¿es posible ampliarlo más?
—Esto hay que escalarlo más, pero el FMI tiene que tener más recursos y más capacidad con nosotros para
hacer esos proyectos.
Nosotros estamos dispuestos a hacerlo y estamos hablando con el FMI justamente de eso: cómo maximizar
la integración para que los proyectos, por lo menos en nuestra región, salgan más rápido y que por tanto sea
más fácil hacerlo.
Y hacer un fondo juntos, o algo así, que lo pueda hacer escalable.
—El acuerdo que anunciaron el BID y el Banco Mundial para trabajar juntos, ¿qué tanto es
posible ampliarlo a otros organismos, como en este caso que menciona del FMI?
—Sí, yo tengo conversaciones con varias organizaciones internacionales clave. Con el Banco Mundial
avanzamos más rápido porque hubo una complementariedad muy rápida entre (el presidente) Ajay Banga
y yo, y los vicepresidentes.
Entonces trabajamos y salimos con tres áreas: nuestro proyecto de Amazonia; trabajar el Caribe con la
resiliencia climática y trabajar la digitalización con foco en educación.
Muy claro y los equipos ya están trabajando y están viendo los proyectos. Ahora firmamos un acuerdo con
el BIS (Banco de Pagos Internacionales) en Santiago de Compostela la semana pasada.
Es un acuerdo de inclusión financiera: cómo usamos la tecnología del BIS, que ellos desarrollaron, para ponerla
al público para que pueda hacer mecanismos de pago gratis para los países.
Nosotros vamos a apoyar esta tecnología con asistencia técnica a los países.
Con el FMI estamos en conversaciones, pero la idea es esa que conté ahora.
Estamos hablando con la con la CAF, también para hacer cosas.
Nosotros tenemos que juntar esfuerzos porque no tenemos más tiempo, estamos en el segundo tiempo y necesitamos
jugar todos juntos. (I)
Fuente: evafm.net – infobae.com