En vísperas a la huelga general convocada para el jueves por los principales sindicatos de Francia, miles de ciudadanos
han salido por séptima noche consecutiva a las calles de la capital, París, y a otros puntos del país para protestar por la
aprobada reforma de las pensiones.
Un grupo de manifestantes vinculados a la Federación Nacional de Sindicatos de Espectáculo, Cine, Audiovisual y Acción
han interrumpido este miércoles un espectáculo en el teatro Châtelet, mientras que se han registrado otras acciones de
protesta en la capital, como protestas espontáneas en los distritos de Montmartre y Stalingrado, entre otros.
Este escenario se ha repetido nuevamente en otros puntos de Francia, siendo notables las protestas en Burdeos, donde los
manifestantes han lanzado fuegos artificiales contra la Policía, así como en Lille o en Lyon, donde se han vivido momentos
de tensión.
En mitad de las acciones de la Policía para dispersar a los manifestantes, el Sindicato Nacional de Periodistas ha denunciado
“detenciones arbitrarias” de informadores durante los últimos días con el objetivo de
“impedir que puedan captar imágenes” de las fuerzas de seguridad, según ha informado el diario Le Parisien.
Esto se produce después de que Amnistía Internacional (AI) haya alertado “sobre el uso generalizado de la fuerza excesiva
y las detenciones arbitrarias de informadores” en el marco de las protestas contra la reforma de las pensiones.
El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó este miércoles que espera que su reforma de las pensiones entre en vigor
“a finales de año” y calificó de “sediciosos” a los manifestantes que endurecieron las protestas desde que esa impopular medida
se adoptó por decreto.
“Esta reforma es necesaria. No me hace feliz. Hubiera preferido no hacerla”, aseguró el mandatario liberal en una entrevista de
35 minutos en las principales cadenas de televisión, la privada TF1 y la pública France 2, asumiendo la “impopularidad”
de la medida.
Francia vive un contexto social muy tenso con una ola de protestas espontáneas, marcadas por la violencia, desde
el jueves y su entrevista no parece que vaya a calmar los ánimos, la víspera de una nueva jornada de movilización a llamado
de los sindicatos.
Sus declaraciones son “un desprecio para las millones de personas que manifiestan”, dijo Philippe Martinez
líder del sindicato CGT.
Macron “ha echado más brasas a un asador bien prendido”, estimó por su parte el jefe del Partido Socialista, Olivier Faure.
El gobierno enfrenta desde enero un fuerte rechazo a su plan de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030
y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa. (I)
Fuente: evafm.net – infobae.com