Turistas disfrutaron con espuma, banana, boyas y juego de volley
El vaivén de las olas, que débiles llegaban a la orilla del mar, se conjugaban con el que formaban bañistas zambullidos en las aguas de General Villamil, Playas. Era el encuentro de dos corrientes, mientras que en la arena los turistas imponían un ritmo más movido: buscaban alquilar carpas y sillas, boyas o contratar un paseo en las populares bananas.
Playas, ubicado a 92 kilómetros de Guayaquil, fue un destino preferido en este feriado de carnaval que comenzó el sábado y que finalizará mañana.
Ayer, en el sector conocido como Rompe Olas, los visitantes se volcaron a la arena a partir de las 07:00. Los grupos familiares llegaban desde Guayaquil, Cuenca y otras ciudades.
Norma Zurita, contó que llegó a la terminal terrestre de Guayaquil a las 06:00 y que recién a las 07:30 pudo salir hacia Playas. “Está todo muy bonito. Sí esperábamos que iba a haber bastante gente por el feriado”, comentó mientras descansaba bajo un parasol que ella llevó.
Norma se tomó fotografías junto a su hija Selena Alvarado y sobrina, Viviana Zurita. “Llegamos temprano para disfrutar, porque nos regresamos hoy (ayer) mismo, no hay mucho dinero”, refirió Viviana.
Los adultos hacían deporte en la arena; los niños jugaban en piscinas inflables, armaban castillos de arena o chisgueteaban espuma de carnaval. Por ratos el griterío infantil se mezclaba con la música a alto volumen, pues no faltó quien lleve parlantes y beba algún licor, como una manera de relajarse.
El ambiente carnavalero tomó fuerza pasadas las 10:00. Hombres y mujeres se pintaban el rostro con anilina, algunos “se salvaron” al correr al mar.
Lourdes Llivisaca y otros once familiares llegaron a Playas desde Cuenca a las 15:00 del sábado. “Yo no conocía aquí. El día ha estado bonito, no ha hecho mucho sol y por eso todavía no nos ahogamos”, bromeó sentada en la arena.
A las 13:00, el sol amenazaba, pero luego la nubosidad ganó espacio, quedando el día sombrío para los turistas.
Tatiana, hermana de Lourdes, contó que la familia volvía hoy a Cuenca para celebrar el carnaval con amigos y demás parientes. “Nosotros hemos venido más para la diversión de los bebés; es una buena oportunidad para que se diviertan” comentó Gastón Aguilera, integrante del grupo cuencano.
Enrique Borbor, de la Asociación de trabajadores de carpas, parasoles y casilleros Nuestra Señora de La Merced, se mostró contento con la afluencia de turistas. “Nuestro deseo es que sigan llegando hasta el último día del feriado”, refirió.
El Cabildo programó que 30 salvavidas precautelen la integridad de los bañistas.