Presidente envía abrazo de solidaridad a las víctimas del terremoto del 16 de abril

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró su solidaridad a las familias de las 660 personas fallecidas y a quienes perdieron sus bienes materiales durante el terremoto de 7,8 grados de magnitud que hace un mes devastó varias poblaciones de la costa norte ecuatoriana.

“Hoy exactamente hace un mes nos golpeó la peor tragedia de las últimas 7 décadas. Nuestro abrazo solidario a todas las familias de las víctimas, así como a aquellos que lo perdieron todo en lo material”, señaló el mandatario a través de su cuente de la red social twitter.

Dijo si bien el dolor es inmenso, mayor es la esperanza ante un desastre que probó la fibra del pueblo ecuatoriano de lo cual nos podemos sentir orgullosos. “Demostramos que somos un país que sabe unirse por encima de las diferencias”, sostuvo.

Indicó que tras el terremoto fueron incontables los actos heroicos. “Un país totalmente distinto al de las estériles discusiones políticas cotidianas o al de las barbaridades que se publican en las redes sociales”, añadió el jefe de Estado.

Aunque había anunciado que el Gabinete Ministerial y el Enlace Ciudadano serían en San Vicente, dijo que “como una muestra aun mayor de voluntad de salir adelante”,  estas actividades se realizarán en Pedernales, donde se registró el epicentro del terremoto y que, consecuentemente, fue la población más destruida en la costa manabita.

Horas después del terremoto, el ejecutivo decreto el estado de excepción y la emergencia en  las provincias de Esmeraldas, Santo Domingo, Manabí, Guayas, Los Ríos y Santa Elena. Dos días más tarde se amplió el estado de excepción a nivel nacional; también se dispuso la creación del  Comité de Reconstrucción y Reactivación Productiva del Empleo en las zonas azotadas por el terremoto.

Actualmente, la Secretaria Nacional de Planificación, miembro del Comité, trabaja en el levantamiento de información y en la construcción del Pan de Reconstrucción, con el asesoramiento de organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Naciones Unidas y bajo una metodología estandarizada por el Banco Mundial, Naciones Unidas y Unión Europea.

El plan contempla la evaluación de los daños, levantamiento de necesidades y priorización de la reconstrucción. Paralelamente  y en coordinación con los gobiernos locales, el Ejecutivo ha aplicado varias acciones para atención a los cerca de 30.000 damnificados que permanecen en albergues.

“No estamos improvisando, estamos usando todos los recursos, tenemos técnicos nacionales pero también necesitamos expertos internacionales con experiencia en desastres y vamos a tener un plan que nos permitan definir las prioridades”, señaló en días pasados la secretaria de Planificación, Sandra Naranjo.

Adicional a las donaciones efectuadas por la ciudadanía, países amigos y apertura de líneas de crédito; el Ejecutivo propuso la  denominada Ley Solidaria que fue aprobada por la Asamblea y cuyo objetivo es canalizar recursos a través del incremento temporal (máximo un año)  de 2% al Impuesto al Valor Agregado (IVA) con lo que se prevé recaudar más de mil millones de dólares.

La normativa también incluye contribuciones sobre el patrimonio, utilidades; y, sobre bienes inmuebles y derechos representativos de capitales existentes en el Ecuador y de propiedad de sociedades constituidas en paraísos fiscales.  Pero, además, establece incentivos para las zonas afectadas por el movimiento telúrico.

Esta normativa se suma al objetivo común: apoyar a la reconstrucción y reactivación económica de las provincias de Manabí y Esmeraldas, las más golpeadas por el terremoto del 16 de abril. 

FUENTE: andes.info.ec